Gabriel-Kane Day-Lewis, un trotamundos con estilo

“He vivido en París, en la Irlanda rural y en Nueva York. Son tres sitios muy diferentes, con gente, culturas, tradiciones, mentalidades y energías muy distintas. Viajar me ha enseñado a disfrutar del momento y a sacar el máximo partido de cada situación”. El cantante Gabriel-Kane Day-Lewis, 21 años, sabe lo que es llevar una vida nómada. Aunque ahora viaja por trabajo, lleva el espíritu trotamundos desde el momento de su nacimiento. Por eso no es extraño que protagonice la campaña para este otoño de Fay, la célebre firma milanesa cuyo estandarte son impecables chaquetas de viaje pensadas para la vida práctica.

Su apellido, claro está, no deja lugar a dudas: Gabriel-Kane es el hijo de Daniel Day-Lewis y de la actriz francesa Isabelle Adjani, lo que explica su multiculturalismo y, también, su vocación artística. “Mis padres me han enseñado a ser fiel a mí mismo y a no cambiar por lo que los demás quieran, sino por ser una mejor persona”. A sus 21, hace gala de una claridad de ideas poco frecuente en un adolescente. Por ejemplo, a la hora de explicar su pasión por la música, que lleva practicando de forma intensiva desde los 9 años.

Tras estudiar en la escuela Berklee, una de las más prestigiosas del mundo, se ha lanzado a difundir sus propias composiciones. Su objetivo vital, afirma, es “ser capaz de compartir el mensaje de mis letras y de mi música, que la gente pueda sentirse identificada con mis canciones a un nivel personal y emocional. La música es como una terapia para mí, y espero de verdad que algún día la mía ejerza ese efecto en otros”. ¿Tiene algún referente? “Ed Sheeran”, responde sin dudarlo. “Los dos somos unos románticos irremediables”.

La campaña que protagoniza junto a la actriz Morgane Polanski se mueve entre coordinadas imponentes: las formas fluidas del Museo Messner Mountain, en Bolzano (Italia), una joya postmoderna firmada por la arquitecta iraquí Zaha Hadid. Allí ha posado para los fotógrafos Van Mossevelde+N, célebres por sus imágenes de horizontes limpios y vocación conceptual. “En una sesión fotográfica lo esencial es la energía positiva, y allí la hubo”, recuerda.

“El equipo era genial y la experiencia fue increíble”. Entre líneas infinitas y contrastes lumínicos, Gabriel-Kane luce piezas como la chaqueta FieldJacket con rayas de doble tono, un abrigo doble con pieza interior desmontable y una nueva chaqueta estampada. “Me gusta la forma en que Fay entiende la moda: hace ropa con clase, fácil de llevar y práctica”, apunta. “En mí día a día es esencial sentirme cómodo con lo que llevo. Mis elecciones reflejan mi estado de ánimo”.

Cuando no está cantando, posando para fotógrafos de renombre internacional o viajando, Gabriel-Kane se dedica al rugby, una pasión que adquirió en sus años escolares en Irlanda. “Cuando llegué a Nueva York tanteé la posibilidad de unirme a alguno de los clubes locales, pero ya no era lo mismo”. Incluso para alguien con tanto talento crecer no resulta fácil.