Michelle Obama se viste de Versace en su última cena de Estado
La primera dama de EE UU escoge un vestido en oro rosado de la firma italiana para hacer de anfitriona al primer ministro Renzi
Cualquier elección de vestuario de la primera dama de Estados Unidos es analizada al milímetro. Sobria, elegante y cómoda, ayer se convirtió en la protagonista de la cena de Estado celebrada en Washington. Michelle Obama deslumbró con un traje hecho en cota de malla en oro rosado de Atelier Versace. “Me siento agradecida y honrada de haber tenido la oportunidad de vestir a la primera dama de Estados Unidos. Gracias Michelle, por todas las cosas que has hecho por Estados Unidos y por el mundo y, especialmente, por inspirar y darle poder a las mujeres”, con estas palabras en su cuenta de Instagram la diseñadora Donatella Versace le agradecía el gesto a la esposa de Barack Obama.
La primera dama suele hacer guiños con su vestuario tanto en sus viajes al extranjero como en las cenas de Estado. Si durante su visita a España vistió de Proenza Schouler y para su viaje a Japón escogió a Kenzo, ayer la firma escogida fue la maison italiana, pues los invitados de honor en la Casa Blanca eran el primer ministro de Italia, Metteo Renzi, y su esposa, Agnese Landini. Una ocasión también especial pues fue la última cena de Estado –y la número 14- que tuvo a los Obama como anfitriones ante la cercanía de las elecciones presidenciales del próximo 8 de noviembre.
El traje que lució Obama fue elaborado a medida por los modistos de Atelier Versace, la línea de la marca italiana especializada en trajes de alta costura. Largo hasta los pies, de cuello asimétrico, con drapeados en la zona de la cintura y con un color metalizado que conseguía reflejar todos los flashes, la primera dama consiguió incluso eclipsar al presidente. Un traje imponente que no necesitó de accesorios y acompañó de un sencillo peinado: pelo suelto y liso.
Una gala con 500 invitados en honor al primer ministro de Italia en el que el país Mediterráneo estuvo presente también en la comida, ya que al frente de los fogones de la Casa Blanca se puso el chef Mario Batali para cocinar pasta. Además, fueron invitadas otras celebridades italianas como el diseñador Giorgio Armani y el actor y director Roberto Benigni. La cantante Gwen Stefani fue la encargada de amenizar la gala.
Una elección celebrada en las redes por algunos de los protagonistas de la industria de la moda. Desde las modelos Naomi Campbell y Bella Hadid hasta el diseñador Riccardo Tisci quisieron felicitar a Donatella Versace por su vestido.
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