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Christian Siriano, el diseñador de todas las mujeres

El vestido azul que creó para Michelle Obama y el rojo de Leslie Jones le han convertido en el modisto del momento

Christian Siriano, el pasado junio en una actividad de la comunidad.
Christian Siriano, el pasado junio en una actividad de la comunidad.ROBIN MARCHAN (GETTY IMAGES)

Michelle Obama dio un discurso histórico el pasado 25 de julio en la convención demócrata de Filadelfia para apoyar la candidatura de Hillary Clinton, tras sus palabras se especula incluso que aquel podría ser su primer paso hacia la Casa Blanca. La primera dama acertó con cada una de sus líneas, y también dio en el clavo, de nuevo, con el vestido escogido, que acumuló casi tantos titulares como el propio discurso.

“Juntos somos más fuertes”, era el resumen de sus palabras y el mensaje que se escondía también tras el vestido azul cobalto de crepé de seda creado para ella por el estadounidense Christian Siriano, el diseñador que se ha hecho un nombre por su determinación en vestir a todo tipo de mujeres sin importar su talla. Esa noche, todo lo que rodeó a la primera dama, desde el discurso al estilismo, gritaba integración y unidad.

El vestido era sencillo para no robar protagonismo a su mensaje, pero sin esconder su intención cromática de combinar con el escenario y con los rojos y blancos del público para reflejar en pantalla los colores de la bandera de EE UU. Siriano no dejó ningún detalle al azar.

“La parte de arriba del vestido lo hacía poderoso y la parte de abajo era ligera y romántica. Creo que representa su personalidad, por lo que veo [sin haberla conocido nunca]. Es una mujer muy poderosa y fuerte, pero también es una de las personas más amables que existe”, explicó el diseñador de 30 años en Vogue. “Es un gran honor que una mujer tan alucinante lleve una de mis creaciones. Estoy absolutamente impresionado”, contesta por email a este periódico, cuando el diseñador vive el momento más intenso y mediático de su carrera, que arrancó en 2008 tras erigirse como el ganador más joven del reality show Project Runway.

Ese mismo año, Christian Siriano lanzó su propia firma y comenzó a vender sus vestidos en almacenes y tiendas exclusivas y a desfilar en la Semana de la Moda de Nueva York, a la que volverá el próximo septiembre. De hecho, cuando le encargaron vestir a Michelle Obama para la convención miró hacia sus propios diseños y el elegido es una “versión ligeramente personalizada de uno de la colección preotoño de 2016 [disponible en la web]”. Quizá, tras el interés, fabrique el que ha llevado la primera dama o el que creó hace solo unas semanas para la actriz de Cazafantasmas, Leslie Jones, en otro de los momentos que ha disparado la fama de Siriano estas últimas semanas.

La actriz y cómica de Saturday Night Live se quejó en Twitter de que ningún diseñador quería vestirla para el estreno de Cazafantamas, y Siriano corrió a ofrecerse. El vestido rojo de seda, inspirado en Pretty Woman, que creó para ella en tiempo récord acabó siendo el centro de atención del estreno en Los Ángeles. “No debería ser una excepción trabajar con gente brillante solo porque no usan la talla de muestra”, tuiteó él esa misma noche. “No es momento de felicitaciones, sino de cambio”.

Hacia ese cambio ha dirigido toda su carrera, desde que empezara formándose con Vivienne Westwood y Alexander McQueen. Conocido como “el nuevo rey del glamour clásico”, Siriano se ha ido haciendo un nombre poco a poco entre celebrities, fundamental en esta época para prosperar en la industria. No solo ha vestido a Scarlett Johansson y Jessica Chastain. Por las alfombras rojas han lucido sus diseños famosas orgullosas de sus curvas, como Christina Hendricks, Oprah Winfrey y Nicki Minaj, y también, en el otro extremo, Victoria Beckham, Gwyneth Paltrow y Lupita Nyong'o.

“Mi misión siempre fue apoyar a todo el mundo. Nunca sabes quién va a ser un buen cliente”, dice Siriano en Vogue. “Mi madre estaba entre la talla 46 y la 50, por eso para mí es normal vestir a mujeres de cualquier medida”. En mayo tuvo también otro hito en este sentido al crear una colección para un desfile en Naciones Unidas de la marca femenina de tallas grandes Lane Bryant.

Poco después, su boda —llena de famosos— con el músico Brad Walsh fue una reivindicación pública de los derechos homosexuales. Y días más tarde, vestía por primera vez a Michelle Obama en el funeral de los policías de Dallas con un sobrio vestido negro. Después vino el azul cobalto. Siriano espera que la razón por la que la primera dama le escoge sea tanto por sus diseños como porque comparten la visión sobre el mundo y las personas.

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