El estado de las economías africanas (2)
- Una fuerza laboral que en 2034 será mayor que la de China o India: África tiene una población muy joven y una fuerza laboral que se encuentra en plena expansión, algo muy valorado en estos tiempos en los que Occidente envejece. Al mismo tiempo, el continente se enfrenta a dos grandes retos. El primero es el de asegurar que sus economías creen suficientes puestos de trabajo para los millones de jóvenes que cada año entran en el mercado laboral. Según el informe, hasta ahora las señales son positivas ya que la velocidad con la que se crean empleos estables supera al crecimiento de la fuerza laboral. El segundo reto es el de ser capaces de formar a estos jóvenes. Para 2034, la población en edad de trabajar en todo el continente será de 1.1 millones de personas, mayor que la de China o India. Casi el 60 % de la población mundial vive en países que tienen tasas de fertilidad por debajo de las necesarias para el reemplazamiento generacional por primera vez en la historia de la humanidad. En muchos países, un tercio de su mano de obra podría estar jubilada antes de 2025 lo que supondría un impacto económico muy negativo. Sin embargo, en África todavía se vive un crecimiento de la población, factor que juega en su favor: una mayor población en edad de trabajar se asocia con mayores tasas de crecimiento del PIB.
Esto es lo que se desprende de la lectura del informe del Mckinsey Global Institute (MGI) que lleva por título: Lions on the move II: Realizing the Potential of Afica’s Economies y que fue publicado a principios de septiembre.
El documento señala cuatro factores que pueden jugar un papel fundamental en la transformación de las economías africanas y marcar su camino hacia el crecimiento:
- África presenta el proceso de urbanización más rápido del mundo: cada vez más gente se asienta en las ciudades del continente. En la próxima década se espera que 187 millones de nuevos africanos vayan a vivir a las ciudades. Entre 2015 y 2045 se calcula que un promedio de 24 millones de personas cada año se sumaran a la población actual de las ciudades (en comparación con once millones en la India y nueve en China). La urbanización tiene una fuerte correlación con la tasa de crecimiento del PIB real porque la productividad de las ciudades es más del doble que la del campo: el PIB urbano en África fue de 8.200 dólares por persona en 2015, frente a los 3.300 de las áreas rurales. La mayor productividad se traduce en mayores ingresos. Las ciudades la fomentan ya que ofrecen un mejor acceso a las infraestructuras, la educación y los nuevos mercados, lo que se traduce en un crecimiento más rápido del consumo de los hogares y de las empresas, lo que genera más empleo y más riqueza e impulsa a las economías locales. El verdadero reto que se le presenta a los líderes africanos es hacer frente a las tensiones que genera la rápida expansión urbana, incluyendo la provisión de vivienda y servicios.
- África presenta el proceso de urbanización más rápido del mundo: cada vez más gente se asienta en las ciudades del continente. En la próxima década se espera que 187 millones de nuevos africanos vayan a vivir a las ciudades. Entre 2015 y 2045 se calcula que un promedio de 24 millones de personas cada año se sumaran a la población actual de las ciudades (en comparación con once millones en la India y nueve en China). La urbanización tiene una fuerte correlación con la tasa de crecimiento del PIB real porque la productividad de las ciudades es más del doble que la del campo: el PIB urbano en África fue de 8.200 dólares por persona en 2015, frente a los 3.300 de las áreas rurales. La mayor productividad se traduce en mayores ingresos. Las ciudades la fomentan ya que ofrecen un mejor acceso a las infraestructuras, la educación y los nuevos mercados, lo que se traduce en un crecimiento más rápido del consumo de los hogares y de las empresas, lo que genera más empleo y más riqueza e impulsa a las economías locales. El verdadero reto que se le presenta a los líderes africanos es hacer frente a las tensiones que genera la rápida expansión urbana, incluyendo la provisión de vivienda y servicios.
- El enorme potencial que genera la aceleración del cambio tecnológico: el impacto económico de la tecnología es una fuerza transformadora muy importante alrededor de mundo. El rápido desarrollo de internet y de la telefonía móvil ofrece a África una gran oportunidad para mejorar el crecimiento y la productividad. Se espera que en el año 2020 el 50 % de los teléfonos móviles del continente sean smartphones. Esto sería un gran avance ya que en 2015 estas terminales telefónicas solo representaban el 18 %. Al mismo tiempo, MGI estima que en 2025,circularía por internet el 10 % de todo el PIB de África. Esta tendencia ya está transformando una serie de sectores como la banca, el comercio minorista, la energía, el cuidado de la salud o la educación. Los pagos por teléfono se están instalando en toda la región y están cambiando la forma de hacer negocios. África del Este ya es líder mundial de esta modalidad de pago. En Nigeria, las cifras se han duplicado cada año desde 2010. Sudáfrica va por el mismo camino. Son muchos los ejemplos de este tipo que se pueden encontrar en todo el continente.
- La abundancia de recursos naturales: África tiene el 60 % de toda la tierra cultivable no utilizada todavía, al igual que las mayores reservas mundiales de vanadio, diamantes, manganeso, fosfato, metales del grupo del platino, cobalto, aluminio, cromo y oro. Es responsable del 10 % de las exportaciones mundiales de petróleo y gas y del 9 % de cobre y del 5 % de hierro. Incluso con la reciente bajada de los precios de estos productos, una parte muy importante de la producción africana sigue siendo rentable y competitiva. Esto coloca al sector de los recursos naturales en una sólida posición para cuando se recuperen la demanda. Eso sí, este sector necesita mayores inversiones por parte de los gobiernos para atraer a nuevos inversores. Igualmente, las empresas necesitan revisar su enfoque de participación de la comunidad para que tengan el apoyo de las comunidades locales.
Los tres primeros puntos plantean un problema muy importante a los gobiernos y empresas de los distintos países africanos: satisfacer las necesidades cambiantes de los cada vez más numerosos y exigentes consumidores de África.
MGI estima que el consumo de los hogares africanos crecerá a un ritmo del 3.8 % antes de 2025 hasta alcanzar los 2.1 mil millones de dólares. La mitad de este crecimiento provendrá de África del Este, Egipto y Nigeria, pero la extensión geográfica del consumo está cambiando. Mientras que se espera que decaiga en Sudáfrica o Nigeria, se prevé que aumente grandemente en África del Este y en el África francófona.
El crecimiento económico y el aumento del gasto per cápita están muy entrelazados y tienen implicaciones directas para los patrones de consumo. Se calcula que los artículos de primera necesidad como los alimentos y las bebidas encabezarán las prioridades de consumo, pero otras categorías más opcionales también experimentarán gran demanda como es el caso de los servicios financieros, el sector del ocio, el de la vivienda y el del cuidado de la salud, por citar solo unos ejemplos.
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