El santuario de Prince abre sus puertas
Paisley Park, la residencia estudio del fallecido cantante, se convierte en un museo durante tres días
Muchos de los fans de Prince y de los habitantes de Minnesota (Estados Unidos) siempre tuvieron el sueño de entrar en Paisley Park, la casa refugio en la que falleció el cantante el pasado mes de abril. Ahora lo pueden hacer, aunque por un tiempo limitado. La residencia del intérprete, de 5.100 metros cuadrados, se ha convertido en un museo durante tres días para rendirle un último homenaje. Aunque solo unos pocos podrán acceder a las instalaciones que resguardaban su estudio y una sala de conciertos.
Los primeros fans que pudieron acceder ayer a la casa del cantante de Purple Rain (1984) describieron el tour como una experiencia emocionante, especialmente cuando se toparon con una réplica de la urna que contiene las cenizas de Prince. “Su legado perdurará, esto es lo que él habría querido”, dijo a los periodistas Sonja Fagan, llegada desde Dublín (Irlanda) para entrar en lo que ahora considera un lugar de luto. “Es un espacio único, un lugar para la creatividad, como lo era el músico. Estoy agradecida de poder ser una de las personas que ha podido vivir la experiencia”, aseguraba otra seguidora que viajó 1.600 kilómetros para poder entrar en Paisley Park tras pagar una entrada que ronda los 40 euros (también hay una entrada que por 90 euros ofrece una visita exclusiva).
La mansión abrió en 1987 y cuenta con un estudio que no solo utilizó Prince, sino que por él también pasaron numerosos artistas durante la década de los ochenta, como Stone Temple Pilots, REM y Madonna. "Paisley Park es donde él tocaba, experimentaba y lo más importante, creaba. Ese espíritu creativo es increíblemente fuerte. Por ese motivo Paisley Park es tierra sagrada”, dijo Mobeen Azhar, autor del libro Prince: Stories from the Purple Underground. Una residencia en la que, además, organizaba fiestas y conciertos para pequeños grupos de fans, uno de ellos poco tiempo antes de morir a los 57 años por una sobredosis accidental de opiáceos.
Mientras que algunas partes de Paisley Park ahora están modificadas para acoger objetos de recuerdo, otras áreas como su estudio de trabajo no se han tocado desde la muerte del cantante, según ha explicado uno de los guías de este particular tour. La gran colección del característico vestuario de Prince, vídeos domésticos, sus pianos y algunas de sus guitarras también están expuestos. Una de las habitaciones rinde homenaje a la actuación que el cantante realizó en el intermedio de la Super Bowl de 2007.
El acceso público a Paisley Park por ahora va a durar solo tres días, ayer, este sábado y el viernes de la semana que viene. Está en marcha que en un futuro la casa de Prince se convierta en un museo permanente para su mayor gloria, como lo es la de Elvis en Graceland (en Memphis, EE UU). Pero por ahora esos planes están parados. Las autoridades de Chanhassen, la ciudad de Minnesota en la que se ubica, han solicitado a Bremer Trust (entidad fiduciaria encargada de controlar las posesiones del artista que dejó una fortuna de cientos de millones de euros) un plan que detalle el impacto turístico –en gente y tráfico- que eso podría suponer para una ciudad de solo 24.000 habitantes. Según el primer plan de negocio presentado, si en la actualidad Paisley Park tiene disponibles 90 plazas de aparcamiento se prevé aumentar ese número hasta las 140, además de construir hoteles en las proximidades para el alojamiento de los turistas.
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