11 fotosEllos sostienen la minaEn todo el mundo, las minas artesanales proporcionan aproximadamente 10 veces más puestos de trabajo que las industriales Costa de Marfil - 12 sept 2016 - 08:27CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceDiono Mario encabeza una asociación de mineros de oro a pequeña escala en Bandire, al norte de Mozambique. Con los ingresos que obtiene gracias a la minería está construyendo una casa de ladrillo para su familia.Esta mina de oro clandestina estaba oculta en las selvas centro-occidentales de Costa de Marfil. Los lugareños lo llamaban “Abiyán Dos”, porque compartía la densa población y la frenética energía de la capital comercial. El yacimiento fue cerrado por el Gobierno en 2015.Joseph Bado es un minero de oro a pequeña escala en la ciudad costamarfileña de Angovia. Asegura que la minería del oro ofrece una fuente de ingresos mucho mejor que la agricultura.Esta mina de oro clandestina a cielo abierto estaba oculta en las selvas centro-occidentales de Costa de Marfil. Cientos de mineros trabajaban unidos para extraer mena de oro, que procesaban sobre el terreno. Esta explotación fue clausurada por las autoridades en 2015.Un minero a pequeña escala tanzano, que desea permanecer en el anonimato, muestra con orgullo un trozo de mena de oro. Muchas explotaciones mineras artesanales carecen de licencia y funcionan de manera clandestina.En la minería del oro, angostos pozos como este, situado en la ciudad costamarfileña de Angovia, pueden alcanzar 30 o más metros de profundidad. Las condiciones de trabajo en su interior son sucias y peligrosas.John Kowasio cultiva cacao en la ciudad marfileña de Yoho y trabaja también como intermediario para pequeños extractores de oro. Herramientas artesanales como esta se utilizan para cavar profundos pozos en busca de mena de oro.En este asentamiento minero, situado a las afueras de la ciudad tanzana de Kahama, las condiciones de trabajo son sucias y peligrosas. Pero la expansión minera ha servido para mejorar la economía local.Mineros buscadores de oro en las afueras de la ciudad tanzana de Kahama viven y trabajan en este asentamiento caótico.Gracias a la expansión de la minería del oro, la población de la ciudad tanzana de Kahama se ha triplicado con creces en los últimos 15 años, alcanzando los 250.000 habitantes.Issa Luge, izquierda, es propietario de una herrería de Kahama que sirve a los mineros artesanales. Pequeños emprendedores como él, dice, están acudiendo en masa a la ciudad, donde abunda el dinero generado por la fiebre del oro.