_
_
_
_

Las diez razones por las que la gente odia a Gwyneth Paltrow

¿O igual es envidia? La actriz habla por primera vez de la presunta aversión que levanta cada vez que hace algo

Sara Navas
Una de las fotografías que la actriz comparte en redes sociales con sus seguidores, que se debaten entre odiarla o amarla.
Una de las fotografías que la actriz comparte en redes sociales con sus seguidores, que se debaten entre odiarla o amarla.Instagram

Y después de tres años callada, la semana pasada por fin respondió. Recordemos. En 2013 la publicación Star Magazine coronó a Gwyneth Paltrow –ganadora de un Oscar en 1999 por Shakespeare in love– como la persona famosa más odiada del mundo. La actriz parecía haberse decantado por no pronunciarse al respecto y nada hacía sospechar que fuera a cambiar de opinión en algún momento. Sin embargo, recientemente sorprendió a los espectadores del programa de la BBC News Hardtalk al confesar a Stephen Sackur, presentador del espacio televisivo, cómo se sintió al enterarse de la aversión que despertaba entre el público: "Al principio sólo pensaba: '¿En serio soy la famosa más odiada? ¿Más incluso que Chris Brown? ¿Qué es lo que he hecho?'. Lo único que puedo hacer es ser yo misma. Los que me conocen saben que me divierto, que me alimento bien y que estoy muy agradecida por lo que tengo. Pero creo que la imagen que puedo transmitir hace que la gente saque conclusiones erróneas".

Analizando su personalidad, la actriz dijo: “Tengo tantos defectos… Soy solo una madre normal con los mismos problemas que cualquier otra madre que intenta hacerlo todo a la vez: ser una esposa y tener una relación. No hay nada perfecto en mi vida, es sólo que me esfuerzo mucho”. Gwyneth Paltrow (43 años, EE.UU) se afana en demostrar que no es perfecta. Y no porque no lleve una vida de ensueño, que procura vender como sencilla, natural y asequible, sino porque es consciente de que pocas cosas provocan más irritación que alguien aparentemente perfecto empeñado en no serlo. 

Las declaraciones que regala tanto en entrevistas como en sus propios libros de cocina –el último se llama Todo es fácil: sanas y deliciosas cenas en menos de 30 minutos– o en Goop, su página web de estilo y vida (y tienda online con precios desorbitados), le han valido a Gwyneth Paltrow ser considera la chica bien de Hollywood.

Pero vayamos al grano. Por qué esta mujer es tan odiada. ¿O será todo envidia?

Sus antológicas frases

Cada vez que Gwyneth abre la boca al ciudadano de a pie se le pone una expresión de extrañeza (e irritación) en el rostro. Atención: “Moriría antes de dejar a mis hijos tomar sopa de sobre”; “el pescado está más rico cuando lo saco del mar frente a mi casa de verano”; "soy como soy, no puedo fingir ser alguien que gana 25.000 dólares al año"; "sólo como productos orgánicos, pero también me hago la depilación láser. Eso es lo que hace la vida interesante, encontrar el equilibrio entre los cigarrillos y el tofu"; "un día frío e invernal en Londres me puse a pensar en ensalada nicoise, una de mis favoritas"; “sencillamente, no puedo vivir sin mayonesa vegetariana”, o "preferiría fumar crack que comer queso de lata". Está claro que la realidad de la actriz dista bastante de la que sufre el común de los mortales. Cestas de la compra por valor de cientos de euros, ropa para niños que llega a los miles de euros y una imagen irreal del concepto de mujer y madre normal persiguen a Paltrow allá donde va.

Receta a base de coco, chía, bayas, avena y moras que aparece en uno de los libros de cocina de Gwyneth Paltrow.
Receta a base de coco, chía, bayas, avena y moras que aparece en uno de los libros de cocina de Gwyneth Paltrow.Instagram

Desayuna batidos de 180 euros

La actriz se ha aficionado a publicar libros de cocina. Eso sí, es más fácil dar con una fotografía suya que con una receta. Y casi mejor. Sólo los ingredientes necesarios para elaborar el batido que desayuna todas las mañanas cuestan 200 dólares (180 euros). Y no, no lleva caviar beluga a pesar de su desorbitado precio. Lo que Gwyneth lanza a su licuadora nada más levantarse son alimentos que uno no encuentra en el súper del barrio ni el centro comercial más grande de la ciudad. Vanilla Mushroom Powder (31 euros el bote), Ashwagandha (15 euros el bote), Ho shou wu, Cordyceps y algo llamado Moon Dust (¡polvo de luna!: el bote ronda los 55 euros) son sólo algunas de las excentricidades que Paltrow recomienda añadir a la lista de la compra a cualquiera que aspire a llevar lo que ella considera una alimentación saludable.

Gwyneth, por favor, no juzgues a todas las madres desde tu mansión

“Todas las mujeres tienen tiempo para hacer ejercicio. Todas. Y pueden hacerlo con sus niños en la misma habitación". Con esta ferviente afirmación la actriz muestra que le cuesta procesar el hecho de que no todas las mujeres cuentan con la ayuda de una persona que cuida de la prole mientras se dedican al ejercicio y la meditación, y juzga sin pudor a aquellas que no pueden arañar ni un minuto al día para ellas mismas.

No, entre nuestros planes no está bautizar a nuestro hijo como Pera

Gwyneth Paltrow tiene dos hijos, ambos con el cantante de Coldplay, Chris Martin, de quien se divorció en 2014 después de diez años de relación. Uno se llama Moses y tiene 10 años. La sorpresa viene con la niña, de 12 años, que se llama Apple, que como todos sabemos por nuestras clases de inglés significa Manzana. Piénselo unos segundos. ¿Manzana Martin Paltrow? Deje de pensarlo y ríase a gusto. En descargo de la actriz hay que decir que la mitad de la culpa de esto la tiene el compositor de Viva La Vida. O sea, el padre.

Gwyneth con sus hijos, Moses y Apple, de vacaciones en Barcelona.
Gwyneth con sus hijos, Moses y Apple, de vacaciones en Barcelona.Instagram

Chincha, chincha, mi padrino es Steven Spielberg

La lista de hechos objetivos que levantan un muro inabarcable entre la actriz y cualquier ser humano corriente puede hacerse tediosa incluso para el individuo más paciente. Mucho antes de que Gwyneth apareciera en la gran pantalla, y de que vendiera a diestro y siniestro su inviable estilo de vida, el día a día de la actriz ya se salía de lo normal. ¿Pruebas? El director de cine Steven Spielberg es su padrino y protector. El creador de E.T., el extraterrestre o Jurassic Park supo estar a la altura del cargo con el que le había honrado la familia Paltrow, y les correspondió siendo el primero en ofrecer a Gwyneth un papel en una película: la actriz interpretó a Wendy en Hook, la versión que Spielberg hizo en 1992 del clásico Peter Pan.

La limpieza vaginal, su mayor procupación

Lo normal cuando uno viaja a una ciudad que no conoce es que sus amigos les recomienden lugares recónditos, bares y museos que por nada del mundo deben pasarse por alto. Sin embargo, cuando Gwyneth viaja sus prioridades son otras. La actriz aprovechó la web Goop, su mayor escaparate, para aconsejar a todas sus seguidoras con la intención de ir a Los Ángeles que se olvidaran de estudiar cada estrella del paseo de la fama o de tostar su cuerpo bajo el sol de Venice Beach. En lugar de este turisteo, debían aprovechar su estancia en la ciudad californiana para hacerse una limpieza vaginal con vapor en Tikkun Spa, un centro especializado al que ella acude siempre que encuentra la ocasión. "Te sientas en lo que es esencialmente un mini trono y una combinación de vapor de infrarrojos y artemisa limpia tu útero. Es una liberación energética, no una simple ducha de vapor, que equilibra los niveles de hormonas femeninas", detalla la actriz. Esta limpieza cuesta 44 euros y dura media hora. Si algo hay que reconocerle a Paltrow es que nadie puede acusarla de previsible...

No se puede ser más fría que ella al comunicar que tu matrimonio se ha desmoronado

Si Gwyneth se pincha un dedo con un alfiler casi lo último que uno espera es que empiece a sangrar. Con cada nueva ocurrencia, la actriz parece asemejarse más a una figura de cera del Madame Tussaud que ni siente ni padece. La frialdad con la que comerció con su divorcio ilustra el derroche de desafecto que maneja Paltrow. Comunicó, y explicó, su separación de Chris Martin a través de su web usando la peculiar expresión "desacoplamiento consciente". Algo que ni ella entiende, pero que le sirvió para que los medios se hicieran eco de la noticia y de las extrañas palabras que empleó la actriz para referirse a su divorcio. Nada casual. Nadie quisó perderse, ni sus seguidores ni sus detractores, la delirante explicación de Gwyneth y el tráfico de la web se disparó en cuestión de minutos.

Gwyneth y Ben Affleck se conocieron durante el rodaje de 'Shakespeare in love' y mantuvieron una relación durante dos años.
Gwyneth y Ben Affleck se conocieron durante el rodaje de 'Shakespeare in love' y mantuvieron una relación durante dos años.

No, Gwyneth, no has creado Apple

"Nunca seas la primera persona en hacer algo, sé la segunda". Paltrow confiesa que, a pesar de que durante un tiempo intentó seguir el sabio consejo del músico David Bowie, no pudo evitar ser pionera en algo. "Soy la primera actriz de mi talla en convertirme en fundadora y empresaria. Por lo menos en el ámbito digital, creo que he sido la primera". Se refiere la web Goop, información de estilo, consejos para una vida (según su criterio) mejor y tienda online. Gwyneth afirma que su estatus de mujer famosa, lejos de beneficiar el negocio online que tiene desde 2008, ha obstaculizado el desarrollo de la empresa. La actriz concibe su propia imagen como un arma tan potente que cree que la influencia de su nombre a veces ha podido restar peso y protagonismo a la que puede convertirse en la "marca número uno a nivel mundial de estilo y vida". Soprendentemente, Gwyneth acepta que puede haber algo más trascendental que ella misma: "Goop va camino de convertirse en algo mucho más grande que yo".

Su vida parece un anuncio de Coca-Cola

En casa de Gwyneth la basura no huele mal, ningún niño saca malas notas y todos son felices las 24 horas del día. Y eso, si es real, no debe ser sano. Ni un divorcio tras 10 años de matrimonio y dos hijos en común ha tenido el poder de trastocar a la actriz, que no duda en compartir con sus millones de seguidores instantaneas que retratan cada vez que ella, sus hijos y Chris pasan tiempo juntos. Porque, a pesar de que llevan un par de años separados y cada uno hace su vida, la familia que Chris y Gwyneth han formado no ha sufrido ningún daño y sigue estando unida. Hacen picnics en el parque, se van juntos de vacaciones y Gwyneth lleva a los niños a los conciertos de su padre. "Chris y yo funcionamos mejor como amigos que como pareja, y sabemos resolver perfectamente esos choques que pueden existir entre los padres a la hora de tomar decisiones", declaró a Glamour. Sin embargo, el cantante de Coldplay reconoció haber pasado por una depresión al divorciarse de la actriz, aunque Gwyneth debía estar a otra cosa cuando su exmarido se desmoronaba, porque por las publicaciones de su web parecía que no podían estar más contentos con la decisión. 

Ha estado con los más deseados de Hollywood: y aquí es cuando el odio se convierte en envidia

El primer novio conocido de Gwyneth fue el actor Robert Sean Leonard (47 años, EE.UU), protagonista de El club de los poetas muertos o Mucho ruido y pocas nueces. Ambos eran muy jóvenes y la relación duró sólo un año. Mientras, la carrera de Gwyneth despegaba y empezaban a llegarle ofertas de papeles protagonistas. Durante el rodaje de la película Seven coincidió con Brad Pitt, con quien estuvo saliendo durante tres años. Era 1995, tenían 22 y 31 años, y eran tan atractivos que resultaba casi imposible no embobarse mirando una foto de la pareja. Brad y Gwyneth llegaron a comprometerse, pero la actriz decidió que no estaba praparada para casarse y dejó a Brad con un palmo de narices. Con Ben Affleck, trabajó en las películas Shakespeare in love (1998) y Algo que contar (2000). Además, salieron durante dos años, hasta que Paltrow recordó que ninguno de los dos quería comprometerse aún y puso punto y final al idilio.

¿Plantar a los hombres más deseados genera odio? Rotundamente no. Mejor llamémoslo no saber gestionar bien la envidia.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Sara Navas
Redactora de ICON desde 2016, año en que llegó a EL PAÍS. Es licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid y ha escrito el libro ‘La monarquía al desnudo. Del rey que nació en un retrete al soberano playboy’.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_