El matemático olímpico
No es sencillo encontrar a alguien que haya destacado en disciplinas tan distantes como las matemáticas y el deporte. Harald Bohr fue uno de los pocos (quizás el único) que consiguió alcanzar un gran nivel en ambas.
Aunque intentemos huir de los tópicos, éstos suelen perseguirnos de forma implacable. Y en lo que se refiere a las matemáticas y el deporte nos dicen que alguien dedicado profesionalmente a las matemáticas no suele destacar en el deporte, y también que no es nada habitual que un deportista de alto nivel tenga estudios de matemáticas, y mucho menos que haya realizado aportaciones importantes a esta ciencia.
Pero, como suele pasar con los tópicos, siempre hay casos que se salen de estas “normas”. Por ejemplo, David Robinson, brillante jugador (ya retirado) de los San Antonio Spurs de la NBA, se graduó en matemáticas en la academia naval; y, por comentar un caso más actual, nuestra medallista de plata en taekwondo en los JJOO de Rio 2016, Eva Calvo, estudia matemáticas actualmente (al igual que su hermana Marta, también una gran taekwondista).
Seguro que a lo largo de la historia se han dado más ejemplos, pero posiblemente el más llamativo sea el de Harald Bohr.
Harald Bohr fue un matemático y futbolista danés que vivió entre finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Sí, habéis leído bien, matemático y futbolista. Y además era el hermano del conocidísimo físico Niels Bohr, Premio Nobel de Física en 1922.
En lo que se refiere a su faceta de futbolista, Harald Bohr desarrolló su carrera en el Akademisk Blodklub de Dinamarca, club en el que llegó a coincidir con el propio Niels Bohr. Su mayor logro se produciría en 1908. En ese año, el fútbol debutaba como deporte en los JJOO, que se celebraban en Londres, y Harald fue convocado por la selección de Dinamarca. Su selección debutó ganando 9-0 a la selección B de Francia (anotando Harald dos goles), y en semifinales consiguieron la, hasta hoy, victoria más abultada que se ha producido en un partido de fútbol en unos JJOO: 17-1 contra Francia. En la final, Dinamarca perdió 2-0 ante Inglaterra, por lo que Harald y sus compañeros de selección consiguieron una medalla de plata en aquellos Juegos Olímpicos.
Su fama como futbolista fue tal que, según cuentan, en la lectura de su tesis doctoral había más aficionados al fútbol que matemáticos.
Pero, como hemos dicho, también destacó, y mucho, en el campo de las matemáticas. Sus primeros trabajos importantes, incluida su tesis doctoral, se centraron en las llamadas series de Dirichlet, que son una especie de generalización de la famosa función zeta de Riemann, relacionada, como muchos sabréis, con la también famosa Hipótesis de Riemann, que pasa por ser uno de los problemas abiertos más importantes (si no el que más) de las matemáticas actuales. Es muy destacable la colaboración de Bohr con el matemático alemán Edmund Landau, que derivó en el conocido como teorema de Bohr-Landau, un interesante resultado que relaciona el crecimiento de la función zeta de Riemann y la localización de los valores en los que dicha función vale cero (aquí tenéis información sobre dicho teorema).
Además de por estos trabajos, Harald Bohr es conocido en matemáticas por fundar el campo de las funciones casi-periódicas, que, como su propio nombre sugiere, son funciones que no son periódicas pero “casi” lo son en algún sentido. La importancia de estas funciones puede verse cuando se conoce que, además de Bohr, fueron estudiadas por matemáticos tan importantes como Hermann Weyl, Abram Besicovitch o John Von Neumann. Entre las aplicaciones de las funciones casi-periódicas (de las cuales tenéis una interesante introducción aquí), podemos destacar su utilización en el tratamiento de imagen y sonido.
En lo que se refiere a su vida académica, fue catedrático de la Universidad de Copenhague desde 1930 hasta 1951 (año en que falleció) y presidente de la Sociedad Matemática Danesa. Y, en relación con su carácter, es de destacar que Harald Bohr mostró su rechazo hacia las ideas antisemitas que mostraba la comunidad matemática alemana, llegando a escribir un artículo muy crítico con las ideas de Bieberbach en ese sentido.
Como habéis podido ver, la historia de Harald Bohr es tanto interesante como curiosa, al ser una persona que consiguió sobresalir en dos disciplinas tan alejadas como el fútbol y las matemáticas. Pero seguro que vosotros conocéis más casos de personas que han despuntado en matemáticas y en alguna otra disciplina deportiva (o no deportiva). Contadnos algo sobre esos personajes en los comentarios.
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