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¿Te imaginas unas fiestas de agosto sin Melendi?

El Festival Noroeste Estrella Galicia se ha celebrado en A Coruña. Sus sesenta conciertos gratuitos proponen incentivar la curiosidad del ciudadano en lugar de entretenerlo con artistas televisivos

Editors en la playa de Riazor (A Coruña).
Editors en la playa de Riazor (A Coruña).Concello da Coruña

El Festival Noroeste Estrella Galicia se ha celebrado en A Coruña tomando los espacios públicos con Editors, Triángulo de Amor Bizarro, Niño de Elche y otros nombres de la cultura pop alternativa. Sus sesenta conciertos gratuitos proponen una vía distinta a la habitual en las fiestas populares: incentivar la curiosidad del ciudadano en lugar de entretenerlo con artistas televisivos.

Cae la noche del martes 2 de agosto en A Coruña y el guitarrista británico Denis Jones desliza su voz entre curiosos efectos sonoros. Es la única actuación en España de este músico, y tiene lugar tras las murallas de una fortaleza del siglo XVI reconvertida en museo arqueológico: el castillo de San Antón. Entre el público hay hipsters de bermudas, turistas con niños y también señores con jersey anudado a los hombros. Es la primera jornada del Festival Noroeste Estrella Galicia, un evento gratuito que ocupa este día, simultáneamente, seis escenarios infrecuentes de la ciudad (entre ellos, varias plazas; un cuartel del siglo XVIII reconvertido en Fundación Cultural Luis Seoane; y la casa museo del ministro republicano Casares Quiroga).

El público del Festival Noroeste Estrella Galicia disfrutando de un concierto en la playa de Riazor.
El público del Festival Noroeste Estrella Galicia disfrutando de un concierto en la playa de Riazor.Concello da Coruña

Al día siguiente, a la misma hora, Niño de Elche ejecuta su cante sobre un colchón electrónico ante la fachada del convento de las Clarisas, un edificio del siglo XV que nunca se había visto en jaleos de tamaña especie. La capital coruñesa está abarrotada de turistas; los hoteles registran un nivel de ocupación de récord, hace buena noche y todo el mundo está en la calle. El quejío del cantante resuena, estridente, por las esquinas del casco viejo; una señora se tapa los oídos; un millar de espectadores de aspecto heterogéneo escuchan atentos; los taxistas están contentos.

El Festival Noroeste Estrella Galicia, impulsado por el ayuntamiento coruñés con el apoyo de la empresa cervecera, ha programado a sesenta artistas en conciertos gratuitos, pero ninguno de ellos sale por la tele. No están Melendi, Marta Sánchez, Antonio Carmona, Sergio Dalma, Rosario o Antonio Orozco, por ejemplo. En su lugar hay una selección de nombres representativos de la cultura popular alternativa en diferentes ámbitos; de lo local a lo internacional. Podría creerse una apuesta arriesgada para una ciudad que vive el momento de esplendor de sus fiestas de verano. Sin embargo, José Manuel Sande (A Coruña, 1972), concejal de Culturas, Deporte y Conocimiento de la capital coruñesa, se pasea tranquilo con un botellín de agua. “Las fiestas de María Pita se han caracterizado siempre por ofrecer eventos gratuitos”, recuerda. “Pero, dentro de ese marco, nosotros queremos utilizar la pedagogía, incentivar la curiosidad del ciudadano como espectador. Nos planteamos las fiestas como un hecho cultural. Todos los públicos han de tener su momento”. Sande, político del grupo de Marea Atlántica, cree que “la promoción dual de música y arquitectura encaja también en el concepto de cultura de proximidad. Por eso era tan recomendable expandir el festival, fomentar la reapropiación del espacio público”.

Niño de Elche cantando ante el convento de las Clarisas (A Coruña).
Niño de Elche cantando ante el convento de las Clarisas (A Coruña).Concello da Coruña

Niño de Elche es uno de los artistas más celebrados actualmente en el circuito independiente. Su fusión de flamenco con músicas ambientales o ruidistas lo ha convertido en referente para publicaciones especializadas y programadores de festivales alternativos. “Me parece bien que exista pensamiento crítico”, dice, “que te haga desplazarte de las convenciones acerca de lo que entendemos tradicionalmente por fiestas populares en agosto. Es de alabar”. Y continúa: “Yo no sé qué es cultura; me parece un debate profundo, como si existe Dios. Pero no veo la cultura como un ente o un concepto popular. Lo que yo exijo a un ayuntamiento es que sus propuestas sean públicas, no populares. Y me gusta que haya diálogo con las asociaciones y la ciudadanía”.

El jueves, el guitarrista Christoph Berg llega desde Berlín para ofrecer, en la iglesia de las Capuchinas, un recital entre la música de cámara y la electrónica experimental. Mientras, en otros espacios de la ciudad, tocan artistas como Neil Halstead, Igloo, Lagartija Nick o Julián Maeso. El público vuelve a ser diverso: los fans acérrimos se confunden con los curiosos. Los disidentes dicen que “a estos no los conoce nadie”, pero todos los recintos están llenos.

El viernes y el sábado, el Festival Noroeste Estrella Galicia se centra en el escenario que lo vio nacer, si bien que en formato más estándar, treinta años atrás: la playa de Riazor. Sin embargo, a pesar de haber contado con grandes figuras en algunas de sus ediciones pasadas, este año los indicadores muestran un interés de fuera de la propia provincia, o incluso de Galicia. Editors son el grupo cabeza del cartel; su caché supera los 100.000 euros. “Las sesenta actuaciones que se desarrollan entre el martes y el domingo no han llegado a los 300.000 euros en contrataciones”, afirma el concejal Sande; “incluyendo todo: desde estos artistas internacionales hasta los valores emergentes locales, sin trabajar con ninguno en precario. El presupuesto total es un gasto modesto, muy alejado del de los grandes festivales que se celebran en otros lugares, solo que el nuestro es gratuito para la gente”.

Howe Gelb en el castillo de San Antón (A Coruña).
Howe Gelb en el castillo de San Antón (A Coruña).Concello da Coruña

Alrededor de 18.000 personas asisten al concierto liderado por Editors y Freedonia el sábado, día fuerte de la semana. Nadie ha pagado entrada. El grueso del público se compone de veinteañeros y treintañeros, algunos llegados de otras Comunidades. Hay barbudos, chicas arregladas de fiesta, jipis de pantalones flojos, algunos críos correteando y también paseantes en edad de estar jubilados, como aquellos que, la noche previa, huyeron despavoridos ante la tromba de decibelios de Triángulo de Amor Bizarro. Muchos no conocen a las bandas; otros muchos sí. El bullicio toma las calles y los bares una noche más y no se registran incidencias. Editors cierran la velada con un repertorio festivalero, un buen sonido y la gente en todo lo alto.

El domingo 7 de agosto, el Festival Noroeste Estrella Galicia dedica su última jornada a una suerte de romería con música durante todo el día, hasta el anochecer, en un parque coruñés. Tocan bandas locales y, de nuevo, consiguen congregar a una multitud, esta vez en horario diurno y con un perfil más familiar. A unos cuantos les gustaría ver allí mismo a Melendi, claro, a Edurne o a Bertín Osborne. Pero otros lo prefieren así y, por primera vez, se sienten representados como ciudadanos con inquietudes diferentes. A veces resulta complicado establecer la diferencia entre cultura y ocio; este evento ha renunciado de partida a tal disgregación. Puede resultarnos extraño que una ciudad dedique una parte importante de sus fiestas grandes a la actuación de artistas que no conocen nuestras madres. Por su parte, Niño de Elche lo tiene claro: “Yo creo que es bueno que exista un equilibrio entre una programación más popular y otra más contundente, como este festival. Es posible que no le mole a todo el mundo, o tal vez sí, pero al menos es un cambio de actitud ante lo previsible”.

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