Perjudicar a la gente
Solo el enunciado de este problema ilustra hasta qué punto el ‘Brexit’ es una operación reaccionaria
Por debajo de la discusión sobre el manejo político y las consecuencias económicas del anunciado Brexit,empieza a aflorar el debate sobre la cuestión más insidiosa del asunto: el perjuicio directo a la gente, a los derechos individuales de las personas, como ciudadanos y trabajadores.
No sin irónica crueldad, uno de los primeros pulsos versa sobre qué pasará con los burócratas británicos de Bruselas. No con los que aún trabajan ahí mientras Reino Unido siga siendo miembro de la UE, sino sobre los 1.730 que ya son pensionistas y los que se vayan jubilando en el inmediato futuro.
Todos ellos devengan pensiones más que dignas, sufragadas por el presupuesto comunitario. ¿Quién las pagará en el futuro? Si los nacionalistas de Londres siguen el mantra thatcheriano de despreciar a la burocracia europea a la par que envidian su estatus privilegiado, podrían desentenderse de ellos. ¿Debería el resto de europeos pechar,solos, con su coste?
Lo más lógico sería que todos contribuyesen como hasta ahora. Reino Unido, con el 8% de los 1.400 millones anuales que cuestan hoy todos los jubilados de la Comisión, el Parlamento y el Tribunal, claro está, no solo los británicos. Y actualizando la factura. Pero claro, eso significa mantener lazos, no romperlos.
La ironía es doble. Que el debate sobre personal empiece con la denostada (por los euroescépticos ingleses) burocracia europea. Y que el Brexit,ideado como operación xenófoba contra los inmigrantes comunitarios, se convierta en una eventual amenaza contra los funcionarios emigrantes... británicos.
Esa discusión afecta a una pequeña parte del universo de personas implicadas: ¿mantendrán sus derechos los españoles y otros europeos residentes en la isla y viceversa? ¿O serán moneda de cambio del nacionalismo malhumorado?
Solo el enunciado de este problema ilustra hasta qué punto el Brexit es una operación reaccionaria. La libertad es indivisible. La Libertad europea son las cuatro libertades concretas, de movimiento de mercancías, servicios, capitales y... personas. Constreñir esta equivale a jibarizar la Libertad. Solo un ultra antepone el derecho de una mercancía al de sus conciudadanos.
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