Los políticos colombianos imparten cultura ciudadana

Circula un vídeo en Facebook, convenientemente pagado y patrocinado por la alcaldía de Bogotá para que alcance a un gran número de personas, en el que el actual regidor, Enrique Peñalosa, y el exalcalde de la ciudad Antanas Mockus explican sobre un tapete que simula una intersección de calles cómo hay que cruzarlas. Lo hacen ante funcionarios públicos y otros asistentes. Y se dirigen a todos los peatones y conductores de la capital de Colombia. El tono, la puesta en escena y las animaciones parecen más propias de una clase de primaria.

Mockus, enfermo de párkinson desde hace años, vuelve al Ayuntamiento, aunque su ideología progresista tenga poco que ver con la de Peñalosa, para recordar una de sus políticas más celebradas. Durante sus Gobiernos, puso a mimos y payasos en las calles de Bogotá para impartir cultura ciudadana. Más de dos décadas después, en una ciudad donde la hora punta puede alargarse hasta cinco horas en dos tramos del día, el número de muertes por accidente de tráfico es de más de 40 al mes, según cifras de la Secretaría de Movilidad de Bogotá. Las cifras no han variado significativamente desde 1995, cuando el regidor fue elegido por primera vez. Aun así, se recurre a la misma estrategia.

En Colombia, donde todo el mundo es sospechoso hasta que pague la primera factura, parece que todo el mundo es un niño hasta que cruce bien la calle. Esta política no es patrimonio de Bogotá. En Medellín es fácil encontrar carteles oficiales en los que se lee: “Pórtate bien”. La misma frase que un padre le diría a su hijo antes de dejarle en casa de los abuelos. O al presidente, Juan Manuel Santos, vara en mano y ante una pizarra, diciendo a sus conciudadanos que no les va a cortar la luz porque “todos juntos han ahorrado muy bien”. Otra vez, una clase de primaria.

Entre las medidas punitivas y las iniciativas pueriles hay un amplio margen de posibilidades, como fomentar la educación cívica y vial en el currículum escolar, algo que, de momento, no parece formar parte de la agenda de los políticos.