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Una aplicación informática para medir el dolor en niños

El juego, ideado en el Hospital Niño Jesús, pretende valorar más fácilmente el grado de sufrimiento

PainAPPle, una aplicación para medir el dolor en los niños que ha desarrollado el Hospital Niño Jesús.
PainAPPle, una aplicación para medir el dolor en los niños que ha desarrollado el Hospital Niño Jesús.
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El Hospital Infantil Niño Jesús (Madrid) ha lanzado este miércoles PainAPPle, una aplicación móvil que mide el dolor de los niños y facilita su tratamiento. A través de una tableta, el menor interactúa con dibujos animados y música con el fin de expresar cómo se siente. Los médicos pretenden valorar de forma más sencilla el sufrimiento de los más pequeños que aún no hablan o tienen dificultades para expresarse. De esta forma, podrán determinar el tratamiento más adecuado. La aplicación se ha puesto en marcha en niños en postoperatorio, pero se podría ampliar a otras especialidades del hospital.

“La idea es conseguir más interacción con el niño a través del juego. Hasta ahora se medía con escalas en cartulinas de papel que iban del cero al 10 o por el llanto. Al final de la evaluación, tienen un juego de recompensa.”, explica Ernesto Martínez, responsable de anestesia del hospital y principal investigador del proyecto. La enfermera que atiende al niño valora los resultados que se traducen en escalas en función de la edad. Los datos se registran y permiten llevar un seguimiento del tratamiento de los menores y cambiarlo si fuera necesario.

Un niño juega con PainAPPle para medir su grado de dolor postoperatorio.
Un niño juega con PainAPPle para medir su grado de dolor postoperatorio.

La aplicación tiene una pantalla principal de filiación en la que hay que registrar el nombre, el peso y la edad. Al ir pasando las pantallas, el niño marca el dibujo con el que se siente más identificado. Si señala una carita sonriente, el juego le responde con un dibujo de un sol y sonido de aplausos. En cambio, si se siente mal, el niño recibirá un icono de tormenta y música de error. “Los niños de dos y tres años lo han utilizado sin problema, enseguida aprenden y les encanta. Además, si juegan, es que no tienen dolor”, explica Martínez.

En la edad temprana el sistema nervioso aún se está formando y someterse a un dolor intenso puede llevar a estos niños a ser más sensibles al dolor y desarrollar hiperalgesia -sensibilidad excesiva al dolor-, en un futuro.

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