De todos los amigos que tiene, ¿cuántos son de verdad? Un truco para calcularlo
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts desvelan la operación matemática para conocer el número exacto. Habrá decepciones…
Si quisiera irse de vacaciones este verano con todos sus amigos, ¿cree que debería alquilar un autobús o bastaría con un monovolumen? Según las conclusiones extraídas de un estudio publicado en la revista científica PLoS One, lo más probable es que usted piense que la opción del autobús es la más acertada, pero la cruda realidad le dirá lo contrario y reducirá la cifra de sus amigos en, aproximadamente, la mitad. Después de documentar y analizar las respuestas de 84 estudiantes de una misma clase a los que se les consultó acerca del grado de amistad que sentían hacia sus compañeros, los investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) llegaron a la conclusión de que solo en el 53% de los casos existía reciprocidad.
A pesar de la muestra del estudio (bastante reducida) y la edad de los sujetos entrevistados (estudiantes universitarios), que hace pensar que sus relaciones interpersonales pueden transformarse y cambiar con cierta rapidez, los propios investigadores defendían el resultado argumentando su similitud con las conclusiones obtenidas en pesquisas anteriores realizadas con muestras mayores (3.160 personas).
Los amigos de Facebook, a juicio
¿Alguien puede tener más de 500 "amigos del alma" en las redes sociales? Aunque solo sea porque es imposible disponer del tiempo suficiente para atenderlos a todos, la respuesta claramente es no. De hecho, el uso de las redes sociales, según la coach Adelaida Enguis, ha contribuido a hacer más relaciones superficiales y menos profundas que en el pasado. "Antes, nuestro mundo era más limitado y nos enfocábamos en tener buenas amistades y en que fueran duraderas, porque encontrar nuevos amigos no era tan sencillo. Ahora, buscamos la inmediatez y eso hace que cuando vislumbramos que podemos sufrir a causa de una amistad, cambiamos de amigo rápidamente, ya que es muy sencillo contactar con muchas personas a la vez. Así, nos sentirnos llenos y felices".
El lado bueno de Facebook, desde el punto de vista de la construcción de amistades, lo muestra la psicóloga González, quien cree que gracias a las redes sociales se han hecho posibles experiencias que hasta ahora eran difíciles de llevar a cabo, "como retomar el contacto con antiguos compañeros del colegio o la infancia y, así, resucitar o generar nuevas relaciones".
En cuanto a la metodología, cada alumno debía puntuar su amistad entre 0 ("No conozco a esta persona") y 5 ("Es uno de mis mejores amigos"). Con sus respuestas se documentaron 1.353 casos de amistad que revelaron cómo en el 94% de ellos, el sujeto preguntado suponía que la persona cuya amistad estaba valorando sentía lo mismo que él. ¡Craso (y triste) error! El porcentaje de la reciprocidad bajaba hasta el 53%.
Divida entre dos y acertará
Pero, ¿por qué solo la mitad de los que llamamos amigos nos tienen en la misma estima? A la coach personal y de salud Adelaida Enguix no le extraña en absoluto este desajuste, "ya que cada persona vive la amistad de una forma determinada y, normalmente, tras esa visión genuina aparecen los juicios, que casi nunca logramos expresar correctamente y pueden llevar a que el otro rompa [unilateralmente] su relación".
Por su parte, Beatriz González, psicóloga del centro Somos Psicólogos, explica la diferencia entre los amigos que creemos tener y los que de verdad tenemos con el siguiente argumento: "Hay personas para las que la amistad consiste simplemente en verse de vez en cuando, mientras que, para otros, implica una relación más intensa de la que se espera que haya sinceridad, lealtad e interés recíproco". Es decir, diversidad de criterios.
Otra explicación, esta vez dada por los propios autores del estudio, es que muchos de los que puntuaban su amistad hacia alguien con valores bajos, lo hacían movidos por la preocupación a que su imagen pública saliera perjudicada, debido a que la gente supiera que a quien tú considerabas tu "amigo del alma", te ve solo como un simple conocido. Preferían "tirar a la baja" que "quedar en evidencia". En este sentido, la reputación o la popularidad se dibuja como un factor decisivo, pero no el único. La coach Adelaida Enguix es crítica: "Hoy en día las amistades son tan endebles como manifestamos".
Esta debilidad se debe, según la experta, al miedo ancestral del ser humano a la soledad: priorizamos tener muchos amigos "de baja calidad" a arriesgarnos a tener pocos, aunque sean mejores. "Preferimos tener relaciones superfluas a no tener nada de vida social. Por esta razón, no nos molestamos en profundizar en las relaciones", concluye.
Cómo encajar la verdad
Así, muchas personas viven engañadas hasta que la realidad se impone y les muestra que basta un minibús para ir de excursión con todos sus verdaderos amigos. Ese momento, generalmente, duele o, como mínimo, si usted no está hecho de metacrilato, le molestará. En una situación de este tipo, Enguix cree que "siempre debemos quedarnos con los sentimientos personales. Independientemente de si son o no recíprocos. No se puede pretender ser feliz a través de lo que otros sienten por nosotros, pues eso es lo mismo que dejar en manos de los demás la responsabilidad de nuestro bienestar".
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