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Las aves ya volaban con plumas modernas antes de la extinción de los dinosaurios

Encuentran plumas atrapadas en ámbar que muestran que las estructuras básicas de los pájaros modernos ya se habían desarrollado antes de la desaparición de los dinosaurios

Detalle de un trozo de ala conservado en ámbar
Detalle de un trozo de ala conservado en ámbarRyan Mckellar

Las plumas son uno de los ejemplos más claros de los peculiares métodos con que opera la evolución. Hace más de 150 millones de años, ya había dinosaurios cubiertos por estructuras parecidas a las plumas que hoy son propias de los pájaros. Es probable que a aquellos animales les sirviese para regular su temperatura, pero la evolución y las circunstancias le dieron un uso mucho más espectacular. Aquellos apéndices comenzaron a servir para planear o para prolongar los saltos en busca de presas, y millones de años después, con unas plumas mucho más sofisticadas, los dinosaurios asaltaron el cielo.

Esta semana, un grupo internacional de científicos ha anunciado el descubrimiento de una cápsula del tiempo en un yacimiento de Myanmar en la que ha quedado guardado un capítulo de aquella adaptación fascinante. Hace 99 millones de años, los restos de dos jóvenes aves quedaron atrapados en ámbar. El ala de uno de los especímenes, posiblemente, fue arrancada de su cuerpo por un depredador que la desechó. Después, quedó cubierta por resina que se acabó fosilizando y preservó el miembro mutilado. El segundo animal, probablemente, “quedó atrapado en el ámbar cuando aún estaba vivo” porque “hay marcas de garra en el ámbar que sugieren que se resistió contra la resina”, explica Ryan McKellar, investigador del Museo Real de Saskatchewan y uno de los autores del hallazgo publicado en la revista Nature Communications.

Recreación de uno de los pájaros encontrados atrapados en ámbar
Recreación de uno de los pájaros encontrados atrapados en ámbarHenna Wang

Los autores del estudio han empleado técnicas de rayos X y tomografía computerizada para examinar los restos fósiles. Comparándolos con otros especímenes, han considerado que las alas corresponden a enantiornites, un grupo de aves voladoras que convivieron con los dinosaurios y se extinguieron con ellos al final del Cretácico, cuando un gigantesco meteorito remató una etapa de intensas transformaciones planetarias. El pequeño tamaño de las alas y el desarrollo incompleto de los huesos sugiere que los dos especímenes aún no eran adultos.

Aquellos animales desdichados están emparentados con las aves modernas, pero tienen algunas diferencias importantes. “Tenían dientes y alas con garras, y una colocación de los huesos diferente en la parte del pecho y los tobillos”, apunta McKellar. Aparte de estas distinciones, los científicos afirman que hace 99 millones de años ya habían aparecido la mayor parte de los tipos de ala que visten a los pájaros modernos, y tenían incluso los mismos colores. Además, estos especímenes, pese a ser aún jóvenes, “tenían plumas similares a las de los adultos en aves modernas. Aquellos pájaros extintos salían del huevo con plumas que ya eran funcionales, a diferencia del plumón que vemos en los actuales”, añade el investigador.

El descubrimiento de los fósiles de Myanmar muestra un episodio más de ese proceso evolutivo que se conoce como exaptación: la utilización de un rasgo que cumplía una función con un objetivo nuevo. A solo 33 millones de años del cataclismo que acabó con los grandes dinosaurios, una parte de esa familia ya había desarrollado las herramientas que les definen. Los enantiornites como los que quedaron atrapados en el ámbar de esta historia desaparecieron, pero sus plumas sobrevivieron con los dinosaurios que encogieron para salvarse de la extinción.

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