Un centro pionero para luchar por el ‘derecho animal’
El ICALP de Barcelona nace como único en Europa en el impulso de políticas públicas a favor del bienestar animal
El abandono de mascotas, el abuso de animales en las granjas o en los laboratorios y las manifestaciones a favor de espectáculos de maltrato animal en nombre de la tradición han pasado de la denuncia de movimientos activistas a ser objeto de estudio en las universidades. Con el fin de impulsar una base científica a la conciencia sobre el derecho de los animales a tener una vida digna, en mayo nació el Centro Internacional de Derecho Animal y Política Públicas (ICALP en sus siglas en inglés), al cobijo de la Universitat Autònoma de Barcelona. Esta iniciativa pionera con vocación internacional e interdisciplinar quiere convertirse en el referente en Europa para promover políticas públicas a favor del bienestar animal.
Apoyado por catorce instituciones internacionales e integrado por una docena de investigadores de la UAB, este nuevo centro dedicado a la protección animal es fruto del grupo de investigación Animales, Derecho y Sociedad, que coordina desde 2007 la catedrática Teresa Giménez Candela, directora de este centro internacional y del único máster impartido en España sobre Derecho Animal, que acaba de ser galardonado con el Premio Respeto a los Animales de la Fundación CyO, otorgado también al colectivo Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA).
“Durante años la sensibilización ha estado reservada a los activistas. La profesión jurídica y otros ámbitos relacionados con animales se dan cuenta de que hay que actuar como profesionales sin necesidad de declararse activista. El premio a las dos iniciativas reconoce tanto el estudio y la promoción del pensamiento como el activismo”, explica Giménez Candela. "La sociedad necesita anclajes para razonar el decir no a prácticas que hieren la sensibilidad y producen rechazo. El cambio necesita tiempo, esfuerzo y la cooperación de muchos. Nos parece muy bien que aparezcan nombres como Jane Goodall en la defensa de los primates, pero el colectivo es mucho más amplio para concienciar sobre su sufrimiento", añade.
Con la pretensión de reunir documentación y argumentación fundamentada, el centro da la voz a los expertos a través de publicaciones y peticiones públicas sobre situaciones “que deberían evitarse o ilegalizarse, como los circos con animales, los espectáculos con cetáceos en parques temáticos o formas de turismo como pasear en elefante o visitar reservas artificiales donde los animales representan un papel”, según detalla la directora del ICALP: “Al añadir las políticas públicas, se incide más allá de la teoría. Los animales tienen unos intereses prioritarios establecidos por el mundo científico para tener una vida digna de ser vivida. A pesar de su apariencia teórica, ya se han plasmado algunas iniciativas como la legislación en el transporte, para que los animales no vayan hacinados y que tengan espacio, agua, alimento y paradas para el descanso en trayectos de más de ocho horas”.
Este centro está apoyado por catorce instituciones internacionales e integrado por una docena de investigadores de la UAB
Un centro interdisciplinar
Uno de los primeros desafíos del derecho animal se encuentra en sensibilizar sobre el concepto de propiedad. “En el contexto mundial, los animales siguen considerándose como una propiedad personal. Desde la academia, hemos impulsado cambios que van avanzando pero los países son reacios a cambiar los términos legales. Hay muchas barreras culturales y económicas que se deben superar con el fin de obtener mejores condiciones para los animales. El primer paso es desarrollar una preocupación en la opinión pública. En Estados Unidos y la Unión Europea este proceso está en marcha. En Asia y América del Sur, está comenzando, pero en África no es una preocupación”, sostiene el experto David Favre, profesor en la Michigan State University College of Law en Estados Unidos, que estuvo de visita en Barcelona para inaugurar el ICALP.
Favre, uno de los grandes nombres en el ámbito del derecho animal a nivel mundial, alberga grandes expectativas en el programa de este centro pionero de derecho animal: “Esta es la primera vez que se permite el estudio del derecho de los animales a nivel de posgrado fuera de EEUU. Este programa producirá los líderes progresistas del futuro que formarán una red con las mejores mentes para afrontar los próximos años los problemas complejos de origen animal”, añade.
Este programa producirá los líderes progresistas del futuro que formarán una red con las mejores mentes para afrontar los próximos años los problemas complejos de origen animal
Porque no tiene sentido la denuncia social de casos de maltrato animal en laboratorios, mataderos, granjas de explotación o en espectáculos de diversión sin el respaldo de instrumentos legales para velar los derechos de los animales, el ICALP se propone abordar las carencias legislativas en el contexto europeo como punto de encuentro para aunar el conocimiento de disciplinas como la veterinaria, la biología, el humanismo, la historia o las ciencia de la salud, una misión que no comparte ninguna otra institución en Europa en el ámbito del derecho animal.
Para Martí Pumarola, catedrático del Departamento de Medicina y Cirugía Animal de la Facultad de Veterinaria (UAB) y subdirector del ICALP, el trabajo multidisciplinar contribuye a sensibilizar sobre situaciones que nunca habían merecido el interés social ni de los profesionales, “como la responsabilidad del propietario de una mascota, los límites del uso de animales en investigación o su utilización para actividades mal llamadas culturales. Parecen aspectos asumidos pero que no están suficientemente legislados. Y este vacío legal permite actuaciones que empiezan a escandalizar y avergonzar a muchos ciudadanos”, señala este catedrático de Veterinaria, quien prosigue: “Además, la existencia de una normativa no asegura siempre su cumplimento. La UE ha establecido normativas que obligan a todos los estados miembros a su aplicación, y en demasiados casos, el de España entre ellos, no se ha llevado aún a la práctica con la aprobación de una ley de protección animal de ámbito estatal. Sin embargo, muchas autonomías han desarrollado leyes muy avanzadas apoyándose en la normativa europea”.
Tan útil es para los veterinarios hallar orientación en los juristas para aplicar fórmulas jurídicas, como para los profesiones del Derecho contar con veterinarios y biólogos que fundamenten el postulado de los animales como seres sintientes, comparte la directora del ICALP. “Al estudiar en los animales aspectos como el dolor, la ansiedad o el miedo, el ámbito jurídico los utiliza para establecer la frontera entre el maltrato, que está penalizado, y el buen trato, en el que todavía hay muchos matices para considerar una vida digna y que no se les trate como algo de lo que sacar provecho”, indica Giménez Candela.
Los equinos y las mascotas, pendientes de protección
Aunque la legislación de la Unión Europa en materia de bienestar animal ha sido cuatro décadas una las más consolidadas en el mundo, Giménez Candela y Pumarola lamentan la aplicación desigual de las normativas en los estados miembros, más avanzada en unos, y en ciernes en otros. Un ejemplo del segundo grupo es España, que tardó diez años en incorporar la directiva que prohíbe el uso de animales para pruebasde cosméticos, observa la directora del ICALP.
Dos grandes lagunas del marco legal europeo pendientes de atención, apuntan ambos catedráticos, son la protección de los equinos, que tienen un tratamiento muy desigual en cada estado miembro, y de los animales de compañía. “Se pretende instar al Parlamento Europeo para la identificación y el registro de los animales a través del chip de forma idéntica e interconectada en todos los países miembros. Penalizar el abandono como delito, como lo hace el Código Penal en España, es un gran paso, pero faltan instrumentos para prevenirlo. El registro y la identificación son las formas comprobadas más eficaces para prevenir que los refugios estén llenos. Debemos empeñarnos en adoptar animales, pero lo mejor es reducir los abandonos. Hay muchos países donde el abandono no existe, por ejemplo en Alemania, donde adoptan galgos españoles, o como en Holanda o en Austria”, describe Giménez Candela.
Una de las tesis en marcha del ICALP corresponde a la normativa sobre la producción de origen animal. “En el desarrollo de la protección animal, sobre todo la de los animales de producción, la UE se ha guiado por las necesidades del mercado y por preservar la salud pública. Los filtros de mejora y la vigilancia para que los estándares se cumplan son cada vez más exigentes, y nos interesa por nuestra salud, pero el consumidor debe también saber qué salud y qué vida ha llevado el animal que nos da vida y salud. Las normas para el ganado de producción están dictadas, pero el siguiente paso es revelarlas al consumidor”, apunta Giménez Candela.
Otro puntal del derecho animal se ubica en la propia academia, por la controvertida utilización de animales para investigar. “En el ICALP coincidimos diferentes sensibilidades. En la docencia, se recurre al criterio particular del docente y a los comités de bioética de cada centro, y hace falta desarrollar una regulación mucho más concreta y estricta. Existe una extensa legislación que regula la experimentación en animales, sin embargo, aún no es de aplicación global y difieren las normativas según continentes y países”, recuerda Pumarola.
El compromiso de la abogacía
Tomándole el pulso al estado actual del derecho animal, la directora del ICALP observa un horizonte que invita al optimismo. Una prueba la constituye el número de sentencias condenatorias sobre prácticas que vulneran el bienestar de los animales. “Es impresionante que desde que habilitamos nuestra web jurídica hace seis años, las sentencias condenatorias de conductas contra los animales hayan aumentado tanto. De los primeros años, en los que había solo cinco o seis sentencias al año, ahora puede llegar a 64 en un mes”, celebra Giménez Candela.
Tras la puesta en marcha del máster en Derecho Animal, que va por su sexta edición, el camino por el avance de los derechos de los animales va dando sus frutos. Uno de ellos es la incidencia de los trabajos académicos de este grupo interdisciplinar en la abogacía.
“El primer bufete encargado de derecho animal lo creó una alumna del máster. Los colegios profesionales de abogados han sido resistentes al derecho animal por el miedo ancestral de llamar personas a los animales, cuando el calificativo es un artificio. Ahora, la mayoría de colegios en Cataluña cuentan con comisiones para revelar las prácticas contrarias al bienestar de los animales, y también en Madrid, Palma de Mallorca y Málaga. Algunas comisiones están creadas por alumnos del máster, como en el caso de Tarrassa, que se ha prestado para orientar cómo debe ser la prohibición del festejo ante el reciente sobre la nueva disposición del gobierno de Castilla y León sobre el Toro de la Vega, consistente en no matar al toro en público. Es un signo muy positivo que la abogacía lo admita igual que lo hiciera con la defensa de los derechos humanos”, concluye la impulsora y directora del ICALP.
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