Los obstáculos de los niños migrantes en Suecia

Autor: Lydia Galt / HRW
AUTOR: HRW
Los niños migrantes no acompañados en Suecia están experimentando retrasos y dificultades para obtener cuidados y apoyo, ha señalado Human Rights Watch en un informe publicado hoy miércoles. Suecia ha visto un aumento sin precedentes en la llegada de refugiados y menores no acompañados, pero debe hacer más para garantizar que todos reciban protección especial y una tramitación rápida de sus solicitudes de asilo.
El informe de 32 páginas Buscando Refugio: Los niños no acompañados en Suecia documenta las deficiencias del sistema que impiden que los niños reciban la atención garantizada por las normas internacionales y la legislación sueca. Los niños sufren largas demoras en el nombramiento de los representantes legales para salvaguardar sus intereses y han de esperar meses antes de reunirse con un trabajador social o profesional de la salud. En algunos casos, las necesidades específicas de las niñas no se identifican o tratan suficientemente.
Suecia ha sido líder mundial en la provisión de refugio a menores de edad no acompañados y ha tomado medidas positivas para responder a un aumento de las llegadas", ha declarado Rebecca Riddell, representante de HRW en Europa y Asia Central. "Sin embargo, las deficiencias del sistema agravan el sufrimiento y la ansiedad de los que llegan solos a Suecia y que ya han pasado por más de lo que ningún crío debería tener que soportar".
Más de 35.000 menores no acompañados solicitaron asilo en Suecia en 2015, un aumento espectacular en comparación con los aproximadamente 7.000 en 2014. Suecia garantiza a estos solicitantes de asilo igualdad de acceso a la atención médica y la educación, y adapta la mayoría de los hogares de acogida destinados a ellos.
Human Rights Watch visitó siete municipios y entrevistó a 50 niños no acompañados, así como a funcionarios nacionales y locales, y proveedores de servicios y comprobó que los menores experimentan retrasos en la atención de la salud mental y física. Algunos de los entrevistados habían estado en Suecia durante meses sin reunirse con un trabajador social o ser examinado por un médico, y otros no habían sido remitidos a los servicios de salud física y mental necesarios. Los niños también describen problemas con su vivienda, incluyendo reubicaciones disruptivas, personal insensible y malas condiciones de las viviendas.
Las niñas que han sufrido violencia sexual no se identifican o no se hace referencia a los servicios de salud sobre este hecho. Nadia J., afgana de 16 años de edad, afirmó que un contrabandista en Turquía la había violado en repetidas ocasiones, pero que cuando se lo contó a su trabajadora social, no fue enviada a recibir cuidados críticos post-violación, incluida la atención ginecológica y psicológica apoyo. Las niñas también dijeron que habían sido acogidas en hogares colectivos con muy pocas o ninguna otra chica, y algunas aseguraron que a los varones les habían acosado.
Los niños se enfrentan a la angustiante espera de una decisión sobre su solicitud de asilo, ha concluido Human Rights Watch. Suecia no da prioridad a las solicitudes de los niños. Al 20 de abril, 2016, la Agencia de Inmigración de Suecia tenía 31.234 solicitudes en trámite de menores no acompañados y no podía cumplir con los tiempos estimados de procesamiento. A. Hiyab, una niña eritrea de 16 años de edad, afirmó que preocuparse por su asilo ha afectado a su capacidad de concentrarse en el aula: "Estoy asistiendo a la escuela, pero no puedo pensar en ello porque estoy preocupada por mis papeles".
Los períodos prolongados de inseguridad pueden tener un efecto especialmente perjudicial en la salud mental de los niños, quienes también describen largas demoras en el nombramiento de tutores, haciendo más difícil para ellos obtener información, apoyo y educación. La ley sueca sobre la custodia de menores no acompañados no proporciona un marco de tiempo claro para el nombramiento de un tutor o requisitos de formación. Y las prácticas varían mucho entre los municipios, que son responsables de proporcionar vivienda, educación y atención.
La Convención sobre los Derechos del Niño, que Suecia ha ratificado, exige a los países evaluar y abordar las vulnerabilidades particulares de un niño no acompañado y sus necesidades de protección, y que las tenga en cuenta en la organización de la atención y el alojamiento de la salud física y mental. El Comité de los Derechos del Niño, que evalúa el cumplimiento de los países con la convención, ha manifestado que era necesario nombrar a un tutor tan pronto como se identifique a un niño y dar prioridad a las solicitudes de asilo de menores no acompañados. En marzo de 2015, el Comité instó a Suecia para asegurar el nombramiento de tutores debidamente capacitados lo antes posible.
Muchos de los niños entrevistados habían huido de conflictos, de abusos y de diversos peligros. Habían viajado por su cuenta a Europa o se separaron de sus familias en tránsito, y muchos más experimentaron traumas durante el viaje, incluida la violencia a manos de contrabandistas y de autoridades abusivas. El Gobierno sueco debe proporcionar supervisión y apoyo a los municipios para identificar deficiencias y mejorar sus servicios, y el Gobierno central debe recopilar datos detallados sobre la modalidad de convivencia, la matrícula escolar, los controles de salud y los análisis efectuados por los trabajadores sociales.
El Gobierno debe dar prioridad a las solicitudes de asilo de menores no acompañados y modificar la Ley de tutores para exigir que se nombre un tutor lo antes posible con la experiencia necesaria para que los menores reciban la ayuda que necesitan. "La llegada de tantos niños no acompañados supone una trampa innegable para los servicios locales, pero cada niño merece la mejor atención y el apoyo posible", ha concluido Riddell . "Suecia debe asumir el reto de hacer frente a las deficiencias en su sistema y debe seguir constituyendo un ejemplo positivo para el resto de la Unión Europea".
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