“¿Por qué no hay consejos orientados a papás en Internet?”
Con esta idea surgió 'Oh my dad!', la novela gráfica de Papá 2.0, que convierte a los padres en protagonistas
Cuando Diego Limonchy y Gabriela Francisco se enteraron de que iban a ser papás con 25 años y sin trabajo, aquel momento fue para sentarse y coger aire. Una de sus primeras viñetas representaba a los dos en el cuarto de baño con una prueba de embarazo y la pregunta de él, sudando: “¡Positivo! ¿pero de qué coño te ríes?” –“¡No lo sé, de los nervios!”. Hoy se ríen, pero en el momento la noticia les pilló desprevenidos y empezó una contrarreloj para informarse y documentarse online sobre el universo embarazo y niños, sin imaginar lo que se les venía encima.
“Cuando estaba de cuatro meses me puse a buscar todos los blogs, cuentas de Twitter y de Instagram que dieran consejos para futuros padres y se los iba enseñando a Diego. Un día me dijo: “¿Pero por qué no hay nada orientado a papás? No me siento identificado con estos consejos, sólo se centran en mensajes de madres para madres”. Y tenía razón. Ahí surgió la idea de crear el blog Papá 2.0 que convirtiera a los padres en protagonistas”, explica Gabriela por teléfono desde Barcelona, donde residen actualmente. El blog se ha convertido en Oh, my dad!’, un libro que narra las peripecias de una pareja que de la noche a la mañana se encontraron con la paternidad.
Humor y otros miedos de padres
Su forma de expresión son viñetas que narran su delirante día a día bajo la peculiar visión de un padre del siglo XXI, acompañado de #PapáConsejos cortos basados en su propia experiencia. En la dinámica de Papá 2.0 es Gabriela quien guioniza y Diego dibuja las ilustraciones que retratan los miedos, inseguridades y situaciones cómicas que se dieron durante la espera de la pequeña Martina y se siguen dando mientras la niña crece. El síndrome del padre sobreprotector, ‘Papineitor’, que protegía a la madre durante el embarazo y ahora protege a la la hija no se le ha pasado. “El miedo a que se caiga o se haga daño nunca se te pasa, o las dudas sobre si lo harás bien, si conseguirás llegar a todo. Contamos con humor experiencias cotidianas y siempre está basado en anécdotas reales. Nuestra forma de trabajar siempre ha sido en equipo, tanto en la preparación de viñetas como en las tareas de casa”, afirma Diego.
Según explican, una de las claves para que esta dupla creativa no resienta a la pareja es destinar un momento determinado del día a debatir y crear las viñetas. Cuando se decide, no se vuelve a hablar del tema. Bastante tienen con sacar adelante a una niña de dos años. “La idea es que Martina vea que todo se reparte entre los dos: me gusta que la niña sepa que puede contar con papá, que sabe hacer las mismas cosas que mamá. Yo me encargo de bañarla y dar la cena todas las noches cuando vuelvo del trabajo. Al principio me costaba el concepto de combinar los colores de la ropa y los conjuntos, pero le voy cogiendo el truco… Peinar todavía no sé: habrá que aprender”. Gabriela lo confirma: “Cuando saca a Martina de la bañera y la envuelve en una toalla para llevarla a vestir le van lloviendo besos por el pasillo. Me encanta ver la relación tan especial que tienen y que puede servir de motivación a otros padres para que se impliquen en la crianza de sus hijos”
Un año después de abrir su cuenta de Instagram recibieron la llamada que cumpliría su sueño y les permitiría la publicación del libro ‘Oh, My Dad! Porque ellos también cuentan’ (Lunwerg Editores). El fenómeno ‘Papá 2.0’ pasaba de las redes sociales al papel y les permitía mayor visibilidad para continuar su reivindicación de la integración familiar. “La conciliación no es sólo un problema de las madres: los padres tenemos que dar ejemplo y por eso dibujé una viñeta que decía “Yo no renuncio a ver crecer a mi hija”. Es una locura las dificultades que hay en este país para compaginar la vida familiar y laboral. Todavía falta que los gobiernos se impliquen para que esa conciliación sea real”, comenta Diego.
Mientras llega ese día, Martina sigue agotando a su padre en el parque, camelándolo con un beso cuando la regaña y reclamando más atención de los dos mientras escriben y dibujan las siguientes viñetas. Sus próximos objetivos son crear una web que englobe todo el universo Papá 2.0, animar con vídeos sus ilustraciones y, en un futuro, sacar la segunda parte del libro con las divertidas historias que suceden cada día.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.