Jugar al ajedrez a más de 300 kilómetros por hora
EL PAÍS, en colaboración con Renfe y Amazon, reparte tres centenares de juegos de ajedrez entre los pasajeros del AVE Madrid-Barcelona
Los pasajeros del AVE 03081 Madrid-Barcelona, que partía este martes a las 08.00 de la mañana de la estación de Atocha, han iniciado su viaje con una sorpresa inesperada en su equipaje de mano: un ajedrez de pequeñas dimensiones. “Me ha sorprendido gratamente el detalle que han tenido”, cuenta Laura Gasch, de 37 años, que suele hacer el trayecto entre ambas ciudades a diario. La iniciativa parte del esfuerzo de EL PAÍS que, desde su fundación en 1976 y tras cuarenta años de forma ininterrumpida, ha dedicado una sección en sus páginas a este deporte milenario. Renfe y Amazon han contribuido también para que 300 juegos de ajedrez se repartieran de manera satisfactoria entre los viajeros a la salida de la estación madrileña.
El olor a café con tostadas y el bullicio de la cafetería contrasta con el silencio que llega desde el interior de cada vagón, solo roto por el murmullo de los viajeros al abrir el regalo que el personal de a bordo les reparte. Es temprano, pero enseguida buena parte de los pasajeros —en su mayor parte personal de oficina y ejecutivos— dejan sus móviles para hablar sobre el ajedrez. “Me parece una idea acertada. Hay que recuperar los juegos de toda la vida, especialmente para los niños, que en su tiempo libre solo lo dedican a los videojuegos”, asegura Gasch mientras juega con la funda del ajedrez entre las manos.
María Ángeles Sevillano lleva más de quince años de azafata y es la encargada de hacer la entrega a lo largo del convoy. Ella trabajó el día en el que se inauguró el tramo Madrid – Barcelona, hace más de ocho años. Sevillano lo recuerda de manera especial, en concreto, “el brindis que se hizo con los pasajeros y lo que supuso la conexión entre las dos ciudades gracias a la alta velocidad”. “Ahora, veo a la gente contenta. No se esperaban este obsequio y menos a estas horas de la mañana. Incluso, algunos de ellos, me han dicho que no podían cogerlo porque no tenían donde guardarlo”, explica sonriente.
El vaivén del tren invita al relajo, la meditación o la concentración. Y también a jugar a este deporte tan antiguo, que en la actualidad, cuenta con 22.000 federados y más de 100.000 practicantes en España. La velocidad del AVE no está reñida con echar una partida al ajedrez, como opinan algunos de los pasajeros. Jorge de Eusebio, empleado de una empresa del sector de las telecomunicaciones en Madrid, comparte esta idea al creer que “cualquier juego es bueno para distraerse, pero el ajedrez lo es aún más, aunque requiera de una mayor concentración”. Al igual que Miguel Ocaña, de 37 años, al afirmar que “el tren es el medio de transporte más cómodo para jugar a este deporte con respecto a otros, como el avión”.
EL PAÍS con el ajedrez
El vínculo entre el ajedrez y EL PAÍS ha motivado una simbiosis que se ha visto trasladada a otros ámbitos de la sociedad, como es el de la educación. Los días 3 y 4 de junio, la Fundación Kaspárov impartió dos seminarios en Madrid y Barcelona de capacitación de docentes para impartir la enseñanza de esta materia como herramienta educativa en la etapa escolar. Ambos simposios, organizados por EL PAÍS, Santillana, Renfe y Amazon, se impartieron por grandes leyendas del ajedrez, como el gran maestro internacional Miguel Illescas.
Un esfuerzo que, entre otros, agradece el viajero Henderson Chalup —de origen uruguayo y afincado en España desde 1976—. “Mi recuerdo de EL PAÍS viene de lejos, siempre al tanto de los acontecimientos más importantes que han pasado y que el periódico ha cubierto. Sin duda, todo lo que sea ejercitar el cerebro de los niños desde el colegio con juegos como el ajedrez es algo primordial. Así que, bienvenido sea”, razona mientras observa el paisaje por la ventana.
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