"Exhibo mi cuerpo desnudo para atraer turismo"
CON EL OBJETIVO de traer turismo a Soria, Ramón Belugo lleva batallando con su Ayuntamiento desde hace años para que le concedan un permiso para salir a la calle a exhibirse desnudo. Su actividad como “típico loco exhibicionista” podría ser suficientemente atractiva para dar un empujón económico a Soria y, con un poco de suerte, a toda España.
Usted solicitó al Ayuntamiento de Soria un permiso para “enseñar torso desnudo y zona inguinal en vía pública en centro ciudad”. De nueve de la mañana a seis de la tarde excepto festivos. Tengo la instancia aquí: “Yo, don Ramón Belugo, siendo ciudadano de Soria, EXPONGO QUE padezco graves trastornos y soy ciudadano de pleno derecho de Soria por lo que SOLICITO QUE se me permita enseñar los genitales a peatones y coches mientras grito insensateces”.
Una petición muy concreta. También adjunto un historial clínico, uno psiquiátrico y una fotografía de lo que pretendo enseñar para que comprueben que está en regla. Y, si es necesario, como ya le dije a la señorita de la ventanilla, se lo muestro al alcalde para que le dé el visto bueno.
¿Ha recibido ya respuesta del Ayuntamiento? Sí, han tardado seis meses en contestarme. Me han denegado el permiso por un error de forma.
¿De forma? ¿No les gusta lo que han visto? Tengo que presentarlo por duplicado y con un sello notarial. Y eso son seis meses más de papeleo. Con tantas trabas burocráticas, a uno le entran ganas de exhibirse de manera irregular.
Aclara usted que, si pide exhibirse en público, es por atraer turismo, no por necesidades personales. Bueno, es que no es incompatible. Tengo un programa completo de actividades tan pintoresco y variado como para atraer turismo a nuestra ciudad. Mire, yo me levanto cada día muy temprano y entonces lo que hago es poner la radio muy fuerte y discutir con los presentadores a gritos. Luego me asomo a la ventana y chillo durante tres o cuatro horas fragmentos de la Biblia que recito de memoria y que tampoco puedo asegurar que cite correctamente…
¿Y luego ya viene lo de enseñar su cuerpo desnudo a los coches? Generalmente sí, pero puedo estar un rato paseando por la calle sin rumbo gritando a las palomas. Y todo, mucho más barato que contratar al Circo del Sol. Gratis, de hecho. Considero que es mi deber cívico.
Quizá el Consistorio confía en otras estrategias para hacer de Soria un destino turístico. No necesitamos otra casa rural, lo que hace falta es un tío exhibiéndose y gritando cosas graciosas que hagan a la gente reír o sentirse incómoda. Estoy hablando de emociones.
Le deseamos mucha suerte con su proyecto. De verdad les agradezco que me hayan dado la oportunidad de poder llevar mi protesta a los medios. Por cierto, una última cosa…, ¿me permitirían ustedes…?
¿Enseñar la pilila? Para que vendan más ejemplares, es un favor que les hago.
De acuerdo. Pero hágalo en las páginas del final, que son las de moda y belleza. Dejando lo bueno para lo último. Ustedes sí que saben.
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