Contra los grafitis
Ante lo ocurrido el pasado lunes en el metro de Barcelona en que unos grafiteros interrumpieron durante varias horas la circulación de trenes con el objetivo de realizar pintadas y actos vandálicos en los trenes y en las instalaciones, nuestras Administraciones deberían actuar ya, y de manera más contundente, ante el problema de los grafitis. Lamentablemente, esta plaga, que afea tanto nuestro entorno y que afecta a todo tipo de superficies, ha llegado también a los pueblos, ensuciando además la naturaleza. Y no olvidemos los gastos que se derivan de la limpieza (unos 3,7 millones de euros, según Metro de Barcelona) y el daño que provocan en el medio ambiente los aerosoles que se utilizan para hacer estas pintadas.— Guillermo Martí Ceballos. Sant Pol de Mar (Barcelona).
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