Envíos apestosos: lo último en venganzas 'hipster'

Queridos amigos y exparejas de lealtad laxa, vecinos bricomaniacos, familiares cuñadistas, compañeros trepas, y jefes (todos): tenemos una carta para vosotros. Porque lo último en venganza es tomárnoslo con humor y dejar que el cartero haga el trabajo sucio. Literalmente.

Y todo gracias a dos españoles emigrados que, cansados de sus trabajos de mierda en San Francisco, decidieron revertir la situación y sacar tajada de ella. Son los dueños de I Poop You, una web que te permite adquirir a la carta excrementos de diversos orígenes animales y enviarlos al destinatario de tu elección, dando la cara o de forma anónima. ¿Que alguien no se va a la mierda por mucho que insistamos? Sin problema: le mandamos la mierda a él.

"Nos tomamos como reto personal demostrarnos a nosotros mismos que éramos capaces de vender un producto tan difícil a través de una ecuación basada en el humor, una buena estrategia de marketing y una web con un buen diseño", nos explica Guillermo Sánchez quien, junto a su socio Rafael Sáenz, ha conseguido convertir una propuesta a priori grotesca en una solución para solventar problemas y dilapidar rencillas.

"Nuestro objetivo no es otro que hacer reír y que pase un buen rato tanto el que la envía como el que la recibe". Pero no todo son risas en el reino de la resolución de conflictos vía mensajería. Páginas como Boxed revenge no tienen problemas en hacer llegar a tus enemigos bombones con laxantes, bichos varios, colillas o camisetas personalizadas con el mensaje pasivo-agresivo de nuestra elección. Y The payback te ofrece la posibilidad de agasajar con flores muertas, chocolate derretido o pescado podrido a esa persona tan especial.

Aunque, si el lado oscuro no te seduce, siempre puedes recurrir a los clásicos. Birdbymail envía la imagen de una peineta a cualquier buzón del mundo, y Ship your enemies glitter hace estallar bombas de purpurina a quien tenga la fortuna de recibirlas. Porque nada dice "espero que podamos solucionar lo nuestro de manera civilizada" como una lluvia de diminutos papelitos brillantes que jamás eliminarás completamente. Peter Boychuk, su dueño, nos da una respuesta reveladora sobre el auge de este tipo de iniciativas: "Nuestros clientes envían purpurina como una forma de terapia, para deshacerse de sentimientos negativos. La gente nos envía mails contándonos sus sentimientos y preocupaciones, y agradeciendo de corazón nuestro servicio". Libertad emocional a golpe de clic. Quién nos lo iba a decir.