Educación emocional
La inteligencia emocional está de moda. Sobre ella hay material audiovisual del derecho y Del revés, cuentos de monstruos que relacionan colores con emociones, diccionarios que identifican filias y fobias impensables, y un sinfín de propuestas que han nacido como resultado del éxito que cosecha la nueva tendencia educativa. Quien pretenda subsanar el analfabetismo emocional de los demás, antes debería superar el propio. Como mínimo requeriría el compromiso personal de intentar manejar las propias emociones sin taparlas tras la tupida cortina de la razón. Se necesita valentía para transitar por sentimientos y pensamientos sin negarlos, pero a la vez sin identificarse con ellos. Hay pocos atajos. Pero no hay tiempo. Pronto llegará la siguiente innovación pedagógica imprescindible.— Santiago Aragón Guarné.
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