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Migrados
Coordinado por Lola Hierro
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'La Prospe', una escuela para la inclusión

AUTOR INVITADO: ADRIÁN DOMÍNGUEZ

Imagen: Adrián Domínguez

La Escuela Popular ‘La Prospe’ nace de la iniciativa de los vecinos del barrio madrileño que le da nombre. El colectivo ofrece un amplio abanico de actividades entre ellas clases de español para migrantes y refugiados por conflictos. Entre sus múltiples actividades, La Escuela Popular ‘La Prospe’ ofrece clases de español abiertas a mujeres, hombres, niños y adultos. Por ellas pasan cientos de migrantes de todo el mundo, dependiendo de los conflictos y/o las rutas migratorias de cada momento histórico. A lo largo de más de 40 años años han recibido oleadas de chinos, senegaleses, cameruneses, magrebíes, búlgaros y rumanos, entre otros. Actualmente cuentan principalmente con emigrantes de Siria, Libia y Jordania y un grupo estable de marroquíes.

En su método de enseñanza entienden el lenguaje como elemento comunicativo de transformación y acción, en sus clases proponen temas generadores y se desarrollan aspectos críticos (no negativos) sociales y políticos. Ofrecen dos niveles de estudios: básico e intermedio. Cumplen el Tramo B de estudios convenidos en el marco europeo y ofrecen la posibilidad de derivar a sus alumnos al Instituto Cervantes para la obtención de certificados oficiales. Al contar con distintos grados de conocimiento y culturas se prioriza la integración interna dentro del grupo de estudios, estableciendo objetivos comunes y por extensión ayudando a la reinserción social y a la creación de redes colectivas. El equipo docente está compuesto por siete mujeres y dos hombres que se reúnen para una evaluación general del proceso pedagógico, sin evaluar nunca a individuos concretos, aunque si prestan atención propia a sujetos con capacidades especiales.

3Imagen: Adrián Domínguez

Las Escuelas Populares surgieron en España a en los años 70 para atacar el analfabetismo predominante en la clase obrera (con especial demanda de las mujeres). Influenciadas por la escuela brasilera de Paulo Freire y su pedagogía crítica, estas escuelas vivieron su apogeo en los 80 contando con decenas de centros solamente en la Comunidad de Madrid.

La herencia freireana aboga por una educación que construya una sociedad desde la conciencia de los problemas reales y contextos cotidianos. Hasta mediados de los 90 estas escuelas mantenían un convenio de escolarización con el Ministerio, pero la llamada educación bancaria y tradicional (donde el educador es el único poseedor de conocimientos…) impide que ambos sistemas coexistan. Las escuelas populares pretenden construir el conocimiento desde las diferentes realidades que afectan a los sujetos (aprendiz y maestro) activos, críticos y pensantes de la sociedad en la que conviven, convirtiéndose en agentes de cambio y producción cultural (en oposición al modelo de reproducción que impera en la escuela bancaria). Hoy día, las Escuelas Populares funcionan como espacios libres, independientes y autogestionados.

4Imagen: Adrián Domínguez

6Imagen: Adrián Domínguez

‘La Prospe’ nació en 1973 y ha perdurado a varias sedes; empezó en una parroquia, paso por dos centros ocupados hasta conseguir la cesión de un espacio por parte del Ayuntamiento, finalmente llegó a manos del Ministerio de Educación que, tras una larga carrera burocrática, cedió la antigua y abandonada Escuela de Artes y Oficios Aplicados Nº12 por un periodo total de 50 años.

Entre sus objetivos fundamentales están la integración, la transformación y el desarrollo social. Se organizan de forma asamblearia con un crecimiento circular basado en la autogestión.

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