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Seres Urbanos
Coordinado por Fernando Casado

Queremos más ciudades 'Veg Friendly'

“Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio". CHARLES DARWIN.

Barcelona ha sido la primera ciudad del mundo en declararse 'veg-friendly' o lo que es lo mismo, amiga de la cultura vegetariana y vegana. El pasado 22 de marzo, su ayuntamiento aprobó una moción para desarrollar estrategias locales para promover unos hábitos más saludables, más éticos con los animales y más respetuosos y justos con el medio ambiente. Además, sus impulsores estiman que esta iniciativa tendrá una repercusión muy positiva en el desarrollo económico, social y cultural de la ciudad y de otros municipios que ya pretenden seguirla.

El compromiso que Barcelona adquiere con esta decisión incluye varias acciones. Entre ellas:

¿Por qué es necesario que las ciudades lideren un cambio de hábitos para reducir el consumo de carne?

Con porcentajes muy variables de unas ciudades a otras y de unos a otros estados, en 2014 el 54% de la población mundial vivía en ciudades. Cada semana, aproximadamente unos 3 millones de personas en todo el mundo migran hacia zonas urbanas. En España, según un informe de la Oficina Europea de Estadísticas o Eurostat, un poco menos de la mitad de la población es urbana, siendo Madrid, Cataluña o el País Vasco las comunidades autónomas con mayor concentración de población en sus ciudades. Sin embargo, las previsiones demográficas y urbanización mundial apuntan a que España podría tener una población urbana de más del 85% para 2050. Tendencia que estaría dándose en todo el planeta.

Es obvio que, con una mayor concentración urbana, la provisión de alimentos va a ser una de las necesidades básicas más difíciles de sostener. Mientras, según un estudio de la Comisión Europea, las huertas en las azoteas pueden producir el 75% de los vegetales que una ciudad necesita para alimentar a sus residentes, una alimentación que incluya carne, pescado, huevos o lácteos dependería completamente de la producción fuera de la ciudad.

La OMS puso en su lista negra a finales de 2015 a la carne procesada y la carne roja por considerarlas cancerígenas. La FAO y la ONU también han alertado de que la producción de carne genera una huella ecológica insostenible y de que la industria ganadera es la más contaminante del planeta y la que más contribuye al cambio climático. Ésta es la principal causante de la deforestación y la pérdida de biodiversidad en el mundo, y además, la producción de granos destinados a la alimentación de animales estabulados para el consumo humano aumenta la desigualdad en el reparto de alimentos en el mundo. Los recursos necesarios para alimentar a los animales a menudo se producen en regiones del Planeta en las que hay pobreza y hambre. "Cultivamos alimento para de 12 a 15 mil millones de personas. Pero solo hay siete mil millones. Hay mil millones de personas que pasan hambre a diario. Mundialmente, el 50% de granos y legumbres cultivados es para alimento de animales. El 82% de los niños famélicos vive en países donde se alimenta a animales en sistemas ganaderos que matan luego para alimentar a gente más rica en países desarrollados como EE.UU. y países de Europa", explica el documental Cowspiracy.

Los directores de este polémico documental, Kip Andersen y Keegan Kuhn, alertan de que si la industria ganadera sigue produciendo a este ritmo, contaminando los océanos, y además, se siguen arrasando los mares con técnicas como la pesca de arrastre, nos podríamos quedar sin peces en tres décadas: "La pesca actual para alimentar la demanda de 90 millones de toneladas de peces, se hace con redes enormes. Por cada medio kilo de pez pescado, hay dos kilos de especies atrapadas como delfines, ballenas, tortugas y tiburones. Los mares están colapsando. Las especies de peces grandes están por extinguirse".

En un contexto de riesgo por colapso del planeta, y en un momento en que se están pidiendo esfuerzos extras a gobiernos locales y ciudades de todo el mundo para contribuir a frenar el cambio climático, que las ciudades tomen medidas concretas como la reciente iniciativa 'BCN Veg Friendly' es un logro para la conciencia medioambiental, la salud y la solidaridad con zonas empobrecidas del planeta. Porque ha llegado ese día en que prima el "adaptarse o morir" darwiniano. Queremos más ciudades 'Veg Friendly'.

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