Gastronomía hipster: los platos de moda que saben a timo
Los baristas, el aguacate, los zumos 'detox' o la panceta son solo algunos de los 'hits' del mundo de la alimentación que han copado lo que va de 2016. Aquí va el listado
“Ya no molas” es una frase que absolutamente nadie quiere oír en su vida. Pero es inevitable que llegue el momento en que lo que una vez estuvo arriba baje de nuevo al reino de la heterogeneidad e incluso, del más profundo aburrimiento. Y si pasa en la vida también pasa en la cocina con platos, bebidas y elaboraciones que que se ponen de moda dentro del mercado gastronómico al convertirse en novedad (siendo incluso difíciles de encontrar, conocer o adquirir) pero que con el tiempo empiezan a vulgarizarse hasta convertirse en un auténtico fastidio. A continuación, el listado de los diez platos, productos y bebidas que han llegado a posicionarse en nuestro top de cosas ya no queremos ver en redes sociales, cartas, rankings de tendencias o en nuestra propia mesa este 2016.
1. Matcha, ese superalimento
El matcha fue la última tendencia llevada al olimpo de los superalimentos por sus maravillosas y beneficiosas propiedades (una taza de té matcha equivale a 10 vasos de té verde en contenido de antioxidantes y valor nutricional) pero su elaboración con leche es tan 2014 que ya va siendo hora de dejarla descansar en paz. Con 1,092,424 posts en Instagram bajo el hashtag #matcha, no resulta fácil predecir si lo suyo es una tendencia pasajera o una nueva forma de consumir té que se va a quedar con nosotros para largo. Hagan sus apuestas.
2. Latte art, el auge del barista y su muñeca
El freestyle del latte art solo necesita destreza con la muñeca y mucha paciencia pero el reto es volverse un experto del etching gracias a una habilidad superior para dibujar la cara de un Bob Marley, Yoko Ono o Barack Obama (¿Por qué nunca dibujan a un Action Bronson o a Drake?) en tu café. Hoy en día es inconcebible que nos bebamos una buena taza de café sin un remolino, osito cariñosito o corazón trazado directamente desde la creatividad de nuestro barista de confianza. ¿Arte efímero? Puede ser, pero también una manera de decorar perfiles de Instagram un domingo por la mañana o a la hora del café acompañado de un trozo de tarta de cerveza Guiness o una tarta de plátano. Suena bien y sabe mejor, pero no por ello hay que seguir haciéndolo el protagonista de todas nuestras redes sociales. Es una simple taza de café. Déjémosla ser. Si seguimos a este paso los próximos que van a empezar a dominar la técnica serán los camareros de toda la vida. ¿Os los imagináis dándole al pulso para regalaros un trocito de su arte en cada uno de tus cafés con leche? La verdad es que pagaríamos por verlo.
3. Baos, las mediasnoches asiáticas
Están buenísimos no, lo siguiente, pero estamos tan hartos de ellos que es probable que el próximo restaurante que los ponga en la carta se vaya directo a nuestra lista negra por falta de creatividad. Tardaron en llegar a España pero cuando Chuka los introdujo al mundo culinario de Madrid todos empezaron a subirse al carro. Ninguno de los restaurantes hace la masa de manera artesanal, ni siquiera David Chang que fue quien los ‘inventó’ pero aun así su calidad y sabor difiere dependiendo de dónde los comas. Aun así, por el bien de todos, ya no los comas. A ver si así los chefs empiezan a innovar.
4. La Duqesita, dulces finísimos y con mucha tradición
Esta famosísima confitería y repostería llevaba abierta en Madrid desde 1914 hasta que, de repente, anunció que cerraba sus puertas al público el verano del año pasado. De repente, sorpresón: Oriol Balaguer, el responsable de crear el mejor croissant artesano de España en 2014, tomaría las riendas del negocio mantenido durante tres generaciones. Sus croissants son la bomba pero no queda ningún goloso vivo que no se haya fotografiado con su cajita azul para llevarse cualquiera de sus delicias a casa para luego colgarla en redes y alardear. Es lo que tiene que la gente no haya visto nunca una caja tan bonita en su vida…
5. Vermut: fresquito, con su rodajita de naranja y su aceituna
Que sí, que sí… todos bebemos vermut, nunca hemos dejado de beberlo y ahora más que nunca aprovechamos para disfrutarlo como si no hubiese mañana. Al ser una bebida que desde siempre ha formado parte de la cultura cañí de España su popularidad siempre va a existir, pero la moda de fotografiar cada vaso bien decorado con su aceituna y hielo sí que va a la baja. Sigamos bebiéndolo pero dejemos de hablar de él como si hubiésemos descubierto el agua azucarada porque sería lo mismo que alardear en 2016 de haber descubierto el Aperol Spritz nombrándola la nueva bebida de moda. O sea no.
6. El aguacate, la nueva mermelada
Segundo superalimento de la lista. El aguacate pasó de ser un fruto completamente ignorado a convertirse el más adorado. Ahora es tremendamente fácil encontrarlo encima de una tostada de pan de masa madre y da la impresión de que busca convertirse en el sustituto del pa amb tomàquet. Según publicó Eater.com en un artículo dedicado a los mejores libros de cocina el año, en It's All Easy: Delicious Weekday Recipes for the Super-Busy Home Cook de Gwyneth Paltrow hay una referencia que indica que ella “ basicamante inventó las tostadas con aguacate”. Lo cual nos lleva a preguntarnos, ¿en serio queremos seguir comiendo algo que Gwyneth Paltrow inventó? Y perdona Gwyneth, lo que tu dices que has inventado ya lo servía el Café Gitane de Nueva York desde mediados de los 90’s.
7. Zumos detox: purificantes y diuréticos
“Hacer cleansing es limpiar tu organismo a través de una alimentación sana y equilibrada que ayuda a eliminar las toxinas”, explica una página web dedicada a vender estos zumos. Las dietas desintoxicantes a base de zumos han sabido venderse diciéndonos que estamos sucios por dentro, que llenamos nuestro cuerpo de barbaridades y de que de vez en cuando toca limpiar el organismo para seguir adelante. Hasta Gloria Serra le ha visto el plumero a verdulerismo líquido este mismo mes en ese programa que nos salva los viernes de una muerte lenta y segura al renunciar a una noche de fiesta. Si tú te sientes más delgado, puro y con energía para comerte al mundo después de tres días de alimentarte a base de líquidos te deseamos lo mejor, pero nosotros preferimos masticar.
8. Tuétano, el plato humilde tocado por la tendencia
La National Restaurant Association de Estados Unidos realizó una encuesta durante el otoño de 2015 a 1,600 chefs miembros de la Federación Culinaria Americana acerca de los platos, estilos de cocina, bebidas y temáticas culinarias que pensaban que iban a ser tendencia este año. La votación puso al tuétano, ese plato tan básico de una cocina modesta que ahora suele ser el más caro de todas las cartas, en el limbo de la estadística con un porcentaje del 50% en la denominación de “pasado de moda”. En el ámbito de “tendencia al alza” recibió un 32% de los votos y un 19% para definirlo como un “eterno favorito”. Con nuestro voto esperamos que ese 50% empiece a ponerse en duda.
9. Comida a domicilio: alimentación sin moverse del sofá
Esta duele. Duele porque en España nunca ha habido una cultura de pedir comida a domicilio de calidad y ahora que la hay, ha triunfado hasta resultar cansina. En 2014 Just Eat publicó un barómetro en el que informaba que “La comida a domicilio es un hábito que el consumidor ha adoptado principalmente durante los fines de semana y festivos, siendo la hora de la cena la preferida para pedir comida a domicilio”, lo cual prueba que las nuevas aplicaciones nos lo están poniendo fácil para ayudarnos a seguir retozando en el sofá sin tener que levantarnos a hacer la compra para la cena. Y lo que es mejor, sin tener que levantarnos a cocinarla. Pero el bombardeo de publicidad por parte de aplicaciones dedicadas a este servicio ya roza el exceso y el bombo dado por usuarios orgullosos de haberlo usado empieza a ser cansino. Importante destacar también que en España antes se renegaba de la comida a domicilio así como ahora se reniega de llevarse las sobras a casa… tiempo al tiempo colegas.
10. Panceta, ese placer en forma de loncha
Parte de la culpa del bombazo de este sencillo trozo de carne (que combina perfectamente con una tarde de verano y una buena fiesta en honor a algún santo) probablemente la tengan los baos y el ramen del señor David Chang, porque a partir del momento que él la incorporó en sus recetas su popularidad empezó a crecer. “Es lo que va en los buns, en el ramen. Es ridículamente simple y la idea es la de agregar un sabor de cerdo puro y limpio a un plato más complejo y con varias dimensiones”, dice Chang en la web de Lucky Peach. Mazo dimensiones David, tantas que es imposible comer algo fuera de casa que no esté relleno de panceta (o envuelto en ella).
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