Una buena historia
Con o sin terrorismo, con o sin inmigración, la Unión Europea está volviéndose irrelevante en la escena internacional, perdiendo incluso interés geopolítico. A esta situación la están llevando los nacionalismos, xenófobos o no, convirtiendo la Unión en un agregado de naciones intrascendentes. Se dice que el tópico del mal periodismo es: “Que la realidad no te estropee una buena historia”. Los nacionalismos vienen a ser el mal periodismo de la política; obsesionados con su particular historia, están diciendo: “Que la realidad europea no nos estropee una buena historia”. No son los idiomas ni nuestra “identidad” los responsables de tanta desconexión. Es nuestra torpeza para construir una buena Historia europea. Y aún hay quien habla de la España plurinacional. ¿Cuántos teléfonos creen que necesita Europa cuando tenga que hablar con EE UU? ¿40 tal vez?— Ignacio Rodríguez.
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