Guerra al desperdicio
Acompañamos a Barri, un vecino de corazón rockero de Barcelona que se unió hace dos años a lucha contra el desperdicio de alimentos, en una de sus jornadas en la organización Espigoladors, que opera en Cataluña para combatir el desaprovechamiento
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1Barri, de 43 años, trabaja como recolector y transportista en Espigoladors, organización que persigue convertir los alimentos que se descartan en un producto atractivo para el consumidor. Su labor le ha ayudado a tomar conciencia sobre la capacidad de reducir el despilfarro alimentario modificando algunos hábitos de consumo diarios como la planificación de la compra. Acompañado de voluntarios, se acerca cada semana a campos de frutas y verduras para recoger manualmente los excedentes que de otra manera serían desperdiciados. Natalia Lázaro -
2La conciencia colectiva asocia el desperdicio de alimentos a productos no aptos para el consumo, cuando en realidad gran parte de los frescos que se descartan en los campos españoles se debe a razones estéticas. Natalia Lázaro -
3El consumidor es una pieza clave para el cambio del sistema actual. La cultura de la inmediatez y la prioridad de encontrar precios baratos han soslayado el valor nutritivo y económico de la agricultura local. Natalia Lázaro -
4La organización Espigoladors entró en funcionamiento en 2014 con un programa piloto y recuperó 100.000 kilos de productos frescos durante su primer año de intervención gracias al trabajo de alrededor de 60 voluntarios en riesgo de exclusión social. Natalia Lázaro -
5Gran parte de las donaciones a comedores y entidades sociales no incluyen productos frescos debido a la falta de infraestructuras para almacenarlos en buenas condiciones. La falta de acceso a una alimentación saludable en personas en situación de vulnerabilidad puede revertirse al dar una segunda salida a los excedentes despilfarrados durante la fase de producción. Natalia Lázaro -
6El riesgo de desperdicio de alimentos aumenta cuando la comida se transporta distancias largas, debido a la posibilidad de que entren bacterias que provoquen enfermedades, se produzcan golpes que estropean los alimentos o fallos en los sistemas de refrigeración. Natalia Lázaro -
7Espigoladors es la primera organización española que propone un modelo de lucha integral contra el despilfarro incluyendo desde el proceso de recolección de excedentes directamente en campos, la donación a entidades sociales, la transformación de los productos crudos en mermeladas y salsas, hasta la comercialización de estos bajo la propia marca Es Im-perfect. Natalia Lázaro -
8Se trata de un modelo potencialmente replicable alrededor del mundo y que podría tener un impacto ambiental, social y económico positivo para las comunidades más vulnerables. Potenciar el consumo local implica cuidar el medio ambiente, pero también introducir una dieta con mayor nivel nutritivo e invertir en la economía nacional. Natalia Lázaro -
9Este tipo de iniciativas suponen un desafío para el sistema de producción, distribución y consumo de alimentos actual. Las exportaciones procedentes de enormes monocultivos liderados por multinacionales requieren del uso de técnicas y materiales que destruyen la tierra de los pequeños agricultores y generan una mayor cantidad de gases de efecto invernadero, según los expertos. Natalia Lázaro -
10Después de etiquetar y empaquetar los productos finales, Barri reparte entre los distintos puntos de venta las comandas realizadas por los comerciantes. Acercar el despilfarro a puntos de venta habituales supone una estrategia de sensibilización para que el consumidor valore las frutas y hortalizas feas frente a aquellas más atractivas por su valor nutritivo. Natalia Lázaro