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La Paradoja y el estilo
Columna
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Recuperar la sonrisa

Media España vio su sonrisa aspiracional a lo Kim Basinger hecha realidad gracias a Vitaldent. Ahora su fundador está acusado de estafa y blanqueo... de capitales

Boris Izaguirre
La actriz Kim Basinger.
La actriz Kim Basinger.GETTY IMAGES

Acaban de celebrarse 30 años del estreno de Nueve Semanas y media. He intentado recordar lo que más me marcó la primera vez que la vi. No fue la canción de Joe Cocker, porque el truco de la iluminación azulada a través de las persianas ya estaba muy visto: salía en todos los vídeos musicales. Me marcó más el armario de John Gray, el personaje que interpreta Mickey Rourke, con sus ordenadísimas camisas blancas y trajes oscuros todos iguales. Era muy joven para darme cuenta que aquello era el primer triunfo del minimalismo.

Seguro que a Cristina Cifuentes le interesó Kim Basinger, como a todas y todos. Probablemente deseó, de entre todo lo que nos ofrecía Kim, su dentadura perfecta. Y con ella media España, que a partir de entonces vio esa sonrisa aspiracional hecha una realidad gracias a Vitaldent. Ahora su fundador y propietario está encarcelado, acusado de estafa y blanqueo… de capitales. Con la perfecta dentadura vino también la perfecta mordida y ahora son muchos los responsables tanto de la mueca que tenemos por sonrisa como del mal aliento político.

En todo este entramado de dientes y blanqueo a Vitaldent le ocurrió lo mismo que a Open House, aquella academia de idiomas que creció gracias a los franquiciados y terminó acusada de estafa y cerrando. ¿Será que en España es igual de difícil aprender otra lengua que blanquear una sonrisa?

Después del éxito de Nueve semanas y media, Kim tuvo que esforzarse mucho para dejar de estar asociada a las breves escenas tórridas de la película. Consiguió un Oscar por L. A. Confidential, pero antes vivió un via crucis con su divorcio de Alec Baldwin y por la custodia de la hija de ambos, que ahora es una celebridad gay de Instagram. Cifuentes también pasará lo suyo, primero tendrá que soportar que recordemos sus nueve semanas y media de campaña electoral al lado de Esperanza Aguirre. Cuando recupere credibilidad, olvidaremos esos momentos aterciopelados, cara a cara, codo a codo, de las dos estrellas madrileñas del PP.

Otra película que cumple 30 años es Terciopelo azul. Dios mío, ese instante en que Isabella Rossellini recorre desnuda el jardín de la casa donde la tienen secuestrada es una de las imágenes más inquietantes de la década. A la crítica le gustó más la película de David Lynch, a los más golfos nos apasionó esa posibilidad de sexo duro y victimizante de las Nueve Semanas. Pero también surgió la reacción romanticona y neoliberal, propia de una joven Esperanza Aguirre, que prefería ir a ver Top Gun, cuyo protagonista Tom Cruise decidió celebrar este 30º aniversario con el rostro atiborrado de colágeno nuevo. Tres décadas después, el bótox se ha infiltrado en todo, hasta en la Cienciología.

Esos fueron los años más importantes del pontificado de Karol Wojtyla, el gran santificador. Con él se disparó la producción de nuevos santos y los ingresos del Vaticano. Salían santos como churros, canonizó a más de 450. Ahora se descubre que era un romanticón penitente. Aparecen novias e intensas amistades platónicas que podrían empañar tanta santidad. Hay cosas que cuesta entender de los polacos, una nación que ha sufrido lo indecible. Pero es muy probable que sean los europeos más apasionados de todo el continente. De allí viene Chopin. Darek. Y Stanley Kowalski, el hombre que grita “Stella” cada vez que se emite Un tranvía llamado Deseo. Al final Wojtyla no pudo escapar a su idiosincrasia.

Y los jóvenes de los ochenta no pudimos escapar a la edad ni los políticos evitar la corrupción. Pero la fascinación por los horóscopos, que empezó tan hippy, ha superado el paso del tiempo. La otra noche supe que Pedro Sánchez es Piscis y que Albert Rivera es Escorpio, después leí que “la atracción entre Escorpio y Piscis es irresistible, una unión con todas las posibilidades de éxito. Los dos son apasionados y leales por lo que es fácil que disfruten de un compañerismo natural”. O sea, que la mejor síntesis posible para gobernarnos son Pedro y Albert. Parece que será en el horóscopo donde vamos a encontrar la solución.

Uno empieza a hablar de horóscopos y no para. En mi vida personal, un Piscis intentó estrangularme en una fiesta casera en esos años 80. Mi hermana Valentina, que es Escorpio, tiene un carácter que ya quisiera Cristina Cifuentes para espantar a los corruptos. No es que sea determinada, es determinadísima.

Son dos los Piscis que han llegado a la presidencia del Gobierno: Felipe González y José María Aznar, que aunque nadan en direcciones opuestas y en círculo como los peces zodiacales, ambos han terminado en la pecera de grandes empresas. Pedro Sánchez podría ser el tercer presidente Piscis. Quizás consiga permanecer a flote, nadando junto a escorpiones.

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