Llega el Yunus Social Business Centre a Barcelona

Por Laura Alcubilla

Grameen se implantó en las zonas rurales para financiar pequeños proyectos, en especial para mujeres pobres, y demostró que se podía y que la devolución de los préstamos era totalmente viable. Las primeras sorprendidas fueron las beneficiarias de estos préstamos, ya que no eran conscientes de su capacidad para ser sostenibles y de su potencial para generar riqueza, siendo en su mayoría analfabetas.

La educación fue el siguiente reto para Yunus y se dedicó a financiar la educación de los hijos de las emprendedoras. Muhammad explicó que financiar los estudios no fue difícil. La dificultad ha venido después, cuando muchos de los universitarios han vuelto echándole en cara, "¿Estudiar para qué si no puedo acceder a ningún trabajo?". Yunus les contestaba con otra pregunta: "¿Quién os ha dicho que tenéis que buscar trabajo? El individuo no está creado para trabajar para otro, sois libres. ¡No hace falta que busquéis trabajo,creadlo!". Los jóvenes universitarios le reclamaban que eso no se lo habían enseñado en el colegio. "Tenéis una emprendedora en casa que creó su empresa sin estudios. Ella os puede enseñar cómo hacerlo…”.

Yunus, que acaba de volver del foro de Davos, nos explicaba que justamente aquí radica el problema de la acumulación de la riqueza, que en los últimos 10 años, con la crisis, se ha multiplicado. "La acumulación de riqueza la fomenta este sistema económico que no fomenta la igualdad de oportunidades”. Según Yunus el cambio no va a venir desde los gobiernos. Debe ser reclamado por los ciudadanos, por ese 99% que tiene el 1% de la riqueza. La función de la raza humana no es la de acumular dinero. Yunus bromeaba con que nunca ha visto un ataúd con bolsillos. Debe repartirse la riqueza de manera que sea más útil y las empresas de innovación social son una buena herramienta para conseguir un mejor reparto

En el debate “La empresa social como motor de transformación social” donde también participó Cristóbal Colón, fundador de la empresa social Fageda, se habló de la necesidad de devolver la dignidad, de demostrar las capacidades de los más vulnerables, de la gente que la economía de mercado desestima por no considerar aptos, que cada vez son más. Colón hablaba de grandes dificultades de los emprendedores sociales sin acceso a financiación, que tienen que ir contracorriente, intentando siempre convencer a un público poco dispuesto a escuchar y cambiar de opinión.

Después de ver el Palau de la Música de Barcelona repleto de gente aplaudiendo, no puedo evitar sentirme optimista. Una nueva tendencia se va afianzando a paso lento pero seguro y tiene como compañero al sentido común, y eso siempre conlleva cierta garantía de éxito.

Foto y logo: Barcelona Social Business City