Las olas de frío en España son más mortales que las de calor
Los autores del primer estudio realizado sobre este asunto reclaman planes de prevención, también para zonas templadas
El año pasado por estas fechas, morían dos personas sin hogar en dos días seguidos en la ciudad de Valencia, tras un importante bajada de las temperaturas. El frío mata y se sabe, pero hasta ahora no había un trabajo que analizara en concreto el efecto de las olas de frío en España. Las conclusiones recién obtenidas por un equipo de investigadores del Instituto de Salud Carlos III son claras: la mortalidad asociada a las olas de frío es tan alta o incluso más que la provocada por las olas de calor y estas muertes se producen incluso en las regiones más templadas del país, donde están peor adaptados a las bajas temperaturas. En tiempos en los que la llamada pobreza energética ha entrado en la agenda política, estos datos son fundamentales para prevenir males mayores.
El riesgo de morir en una ola de frío se ha triplicado entre la población mayor de 75 años con respecto a hace un par de décadas
"Sin embargo, no hay planes de prevención frente a las olas de frío", lamenta Julio Díaz, uno de los responsables del estudio, realizado precisamente para reivindicar la necesidad de ponerlos en marcha. Estos especialistas recogieron información de las 52 capitales de provincia correspondiente a la década de 2000 a 2009 para analizar la influencia de estos eventos climatológicos en la mortalidad de estas ciudades. De su estudio, obtuvieron la temperatura umbral por debajo de la cual se disparan las muertes en las olas de frío, y que son muy dispares en toda España. Así, los planes de prevención deberían activarse a partir de los 10 grados bajo cero en Ávila, los 6 grados en Cádiz o los -2 grados en Madrid (ver mapa).
Es decir, en las zonas más templadas las olas de frío también provocan muertes pero su peligro llega con temperaturas más altas. "Es algo que ya se ha visto en otros estudios que comparaban Grecia con Suecia, por ejemplo. En zonas templadas no están habituados y en países nórdicos sí", explica Díaz, jefe de Epidemiologia y Bioestadística en la Escuela Nacional de Sanidad. Las personas de regiones menos frías están peor adaptadas y también sus hogares, que no cuentan con condiciones apropiadas para retener el calor o combatir las bajas temperaturas.
Eso sí, en cada capital de provincia afecta con una intensidad variable a partir de ese umbral de frío, en función del clima, las condiciones socioeconómicas o la pirámide poblacional. Las muertes por frío afectan esencialmente a mayores de 65 años y personas con problemas previos de salud que se agravan hasta provocar la muerte.
De ahí la dificultad para realizar este estudio, ya que las muertes por calor son inmediatas y se dan "como mucho cinco días después", según Díaz, "mientras que las provocadas por el frío empiezan a darse a partir del séptimo día". Este epidemiólogo sabe de lo que habla, ya que anteriormente realizaron un trabajo similar para las olas de calor, que el Ministerio de Sanidad hizo suyo para establecer planes de prevención más ajustados a la realidad de cada población. Ahora, una vez ha publicado el actual estudio, lo presentará de nuevo ante las autoridades sanitarias para tratar de prevenir nuevas muertes por olas de frío.
La mortalidad asociada al calor está bajando porque hay planes, avisos, prevención. Sin embargo, no hay nada preparado contra las olas de frío, que matan tanto o más", denuncia Díaz
"La mortalidad asociada al calor está bajando porque ya hay planes, avisos, prevención, se ha asumido la cultura del calor y sabemos combatirlo. Sin embargo, no hay nada preparado contra las olas de frío, que matan en España cuanto menos lo mismo que las olas de calor", denuncia el investigador. Díaz y su equipo acaban de publicar otro estudio, centrado únicamente en Madrid, en el que se observa que el riesgo de morir en una ola de frío se ha triplicado entre la población mayor de 75 años con respecto a hace un par de décadas. Comparando el periodo de 1986-1997 con el de 2001-2009, el riesgo de morir en una ola de frío se ha duplicado para los madrileños mayores de 45 años.
Además, el estudio asegura que los planes regionales frente a las olas de frío serían más provechosos que los de las olas de calor, ya que la mortalidad se origina en una serie de días mucho más concentrados en el calendario, por lo que se podrían atajar más muertes con menos esfuerzo. Según los expertos en cambio climático, las olas de frío van a seguir produciéndose con la misma asiduidad aunque aumente la temperatura global del planeta.
"En España ya estamos concienciados con el peligro de las olas de calor y protegemos a los vulnerables. Quizá no existe esta percepción con el frío y habría que concienciar", afirma Xavier Basagaña, epidemiólogo de CREAL, tras leer el estudio del Instituto Carlos III. "Debería haber planes más enfocados a largo plazo, trabajando el aislamiento de casas, actuaciones contra la pobreza energética, etc.", asegura este especialista.
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