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Columna
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Cómplices

Arteta transmite sin la menor soflama política la obscena crueldad de los terroristas y su saboteo tenaz de la incipiente democracia, igual que la repulsiva indiferencia

Fernando Savater

Cuando se preguntó a la directora de Euskaltelebista, Maite Iturbe, por qué no había programado el impresionante documental 1980, de Iñaki Arteta, crónica del año más criminal de ETA, ella repuso que ni siquiera lo había visto pero que le comentaron que era “sesgado”. Yo lo he visto dos veces y tiene razón: Arteta transmite sin la menor soflama política la obscena crueldad de los terroristas y su saboteo tenaz de la incipiente democracia, igual que la repulsiva indiferencia o hasta justificación indirecta de los asesinatos por respetables hipócritas, entre ellos algún clérigo de alta gama. No es ecuánime ni comprensivo con la faena etarra, que pena. Para compensar, ETB programó otro documental, Ventanas al interior, firmado por cinco directores vascos. Trata de “la realidad humana de los presos vascos”, su padecimiento carcelario tras haberse arriesgado por sus ideales mientras los demás vívían tranquilos y ahorrando. Ahora que ETA ha renunciado a la violencia...¿vamos a darles la espalda?

Hoy salen a la calle manifestantes en Bilbao y Bayona para protestar por el alejamiento de los presos vascos y la política penitenciaria vengativa (?) que se les aplica. Así se mantiene la confrontación y se impide cerrar las heridas y llegar a la reconciliación. De los delitos cometidos no dicen nada, pero aclaran que su propósito es defender “por encima de las ideologías, los derechos humanos”... de los presos, claro. No quieren ser cómplices de quienes los violan. ¡Qué casualidad! Tan noble disposición es sin duda la misma que movió a los jueces a condenar a esos delincuentes. Y la misma también en cuyo nombre se les mantiene cumpliendo su pena, pese a desfiles reivindicativos como los de hoy. Por encima de las palabras melifluas, se trata de evitar la complicidad con el crimen organizado.

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