Quiero la mandíbula de Mario Casas: lo que piden ellos en las clínicas de estética
Cuando un hombre va a una consulta de cirugía estética lleva una foto como ejemplo. "Me gustaría una nariz como la de..."
¿Pasan los hombres por el quirófano debido a razones estéticas? Las estadísticas indican que así es, aunque las intervenciones de hoy en día poco tienen que ver con aquellas aparatosas operaciones de las décadas pasadas. La Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética ISAPS, que elabora estadísticas a nivel global, estima que en 2014 los hombres fueron receptores del 13,8 % de los tratamientos estéticos, frente al 12,7 % del año anterior. A este crecimiento hay que añadir el hecho de que, según la misma institución, los tratamientos no quirúrgicos han aumentado un 722 % desde 1997, convirtiéndose en una clara prioridad frente a los tratamientos que exigen intervenciones quirúrgicas y hospitalización.
Los tratamientos no quirúrgicos han aumentado un 722% desde 1997, convirtiéndose en una clara prioridad frente a los tratamientos que exigen intervenciones quirúrgicas y hospitalización
La mayoría se solucionan con técnicas poco invasivas y cirugía ambulatoria, y buscan mejoras graduales y discretas en lugar de cambios radicales. Lo que no ha cambiado es una costumbre que, según nos comentan en el Instituto Javier de Benito, se mantiene: ir a la consulta del doctor con una foto del rostro deseado, como quien lleva un recorte a la peluquería o al sastre. Por eso no hemos podido resistirnos a preguntar a la doctora Marina Gracia por las referencias más habituales entre los hombres españoles que deciden someterse a retoques. Y el resultado, curiosamente, podría ser un retrato robot del ideal de belleza masculina en la época actual. Aunque, ya saben, muchas veces es mejor, y más auténtico, defender aquello de "la arruga es bella".
Los pómulos de Andrés Velencoso
Lo sentimos por Mario Vaquerizo, pero sus pómulos no son los que piden los hombres que acuden a un gabinete de estética, sino los del modelo catalán Andrés Velencoso: suaves, ligeramente marcados y con una distancia simétrica del lateral de los ojos al final de la nariz. La doctora Gracia nos cuenta en qué consisten las intervenciones más frecuentes: “Para lograr un aumento de pómulos empleamos infiltraciones de silicona que dan como resultado un rostro más ovalado”.
Las orejas de Brad Pitt
Pegadas y recogidas, las orejas deben aportar un aspecto armónico al rostro, y esa armonía se rompe cuando se despegan (es decir, las célebres “orejas de soplillo”). La cirugía para corregirlas es una de las más frecuentes entre los hombres españoles y, tal y como cuentan en el Instituto Javier de Benito, “se denomina otoplastia y es una intervención sencilla y ambulatoria que con una pequeña incisión detrás de la oreja se permita remodelar el cartílago y recolocar las orejas”.
La frente de Miguel Ángel Silvestre o José Coronado
Desde la época del Imperio Romano, una frente ancha y despejada ha sido sinónimo de masculinidad e inteligencia. Por ello, muchos hombres empiezan a temblar cuando aparecen las primeras arrugas y optan por medidas drásticas. La doctora Marina Gracia explica que, sin embargo, son una de esas partes del rostro que es mejor no tocar. “Unas líneas de expresión marcadas pueden ser interesantes, mucho más que plancharlas con bótox”. ¿Quiere una muestra? La madurez que denota la frente de José Coronado no habría sido la misma en el caso de haber optado por los consabidos pinchazos. Lo de las entradas ya es un asunto aparte. Y, sobre todo, va en gustos. Otro ejemplo es la poderosa frente de Miguel Ángel Silvestre.
Las mandíbulas de Mario Casas y el mentón de Robert Pattinson
Muchos hombres acuden a la consulta de medicina estética en busca de una mandíbula como la del protagonista de Palmeras en la nieve, Mario Casas: enmarcada con líneas suaves pero a la vez rotundas, destacando el mentón. A propósito de este último, la doctora Gracia comenta que “un mentón definido y anguloso es siempre signo de masculinidad. El mentón sin proyección causa papada y pérdida de armonía en el rostro. Para remodelarlo se necesita realizar un pequeño implante”. Si se trata del mentón, las peticiones se decantan por el ídolo de los jóvenes, Robert Pattinson.
Los ojos y cejas de Zac Efron
Por si no le había quedado claro en el artículo que publicamos sobre el tema, las cejas pobladas y de aspecto natural viven su momento de mayor popularidad. Zac Efron, además, cuenta con unos ojos almendrados y una legión de seguidores que aspiran a imitarlos. Sin embargo, no todos tenemos la edad de Zac (28 años), y al cabo de los años aparecen las arrugas de expresión. Desde el Instituto Javier de Benito confirman que muchos de los hombres que acuden a sus consultas lo hacen a causa de las patas de gallo, las ojeras y las bolsas. “Para combatirlos, se realizan infiltraciones de toxina botulínica, vitaminas o ácido hialurónico que ayudan a prevenir y ralentizar el envejecimiento masculino que se acelera partir de los 45 años”, explica la doctora Gracia. “Para levantar las cejas se practica un lifting endoscópico o suturas silhouette lift, intervenciones poco invasivas que erradican el exceso de piel en el párpado superior, responsable de una mirada fatigada o triste”. Así que téngalo claro: contra la melancolía, lifting.
La nariz de Jon Kortajarena
La nariz ideal es angulosa, estrecha y simétrica con el resto de la cara; por eso, la del modelo vasco Jon Kortajarena se cuela en los rankings de las más demandadas. La rinoplastia, protagonista de algunos de los cambios de imagen más estrepitosos que se recuerdan, de Michael Jackson a Mickey Rourke, ahora vive tiempos más pausados y sensatos. “Lo ideal es emplearla principalmente para reducir la giba [el dorso frontal, o montaña] y equilibrarla según las proporciones de su rostro a fin de dotarlo de una armonía natural. Y que simétricamente tenga una armonía con el resto de las facciones”, recuerda la doctora Gracia.
Los labios de Rubén Cortada
Años de labios mal intervenidos en los rankings de las celebridades peor retocadas nos han enseñado cautela y han generalizado lo que ya sabíamos: que los labios masculinos perfectos no deben estar demasiado marcados, y tienen el labio inferior más grueso. “No suelen ser habituales en los hombres los retoques en esta zona”, afirma Marina Gracia. Unos labios incontestables son los del actor cubano Rubén Cortada, uno de los protagonistas de la serie El Príncipe.
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