Leona Lewis narra los horrores de la industria del cuero en Bangladesh

Poco parece importarle a Bangladesh que en su vecina India las vacas sean consideradas un animal sagrado. Es más, para eludir las prohibiciones de sacrificarlas, las reses viajan hacinadas durante miles de kilómetros hasta que llegan al país asiático, según asegura PETA. Heridas, lesiones o muerte es lo que encuentran durante su largo viaje. La cantante Leona Lewis ha puesto cara y voz a un duro vídeo de la ONG que muestra estas y otras condiciones de maltrato en las que están incluidos los trabajadores, muchos de ellos niños. 

Cuero: Un infierno para los animales y los trabajadores en Bangladesh es el título del documental y una buena descripción de lo que enseñan las imágenes. "Las vacas y las cabras son asesinadas ilegalmente por las noches en la calle y les obligan a mirar mientras a otras les cortan la garganta con un cuchillo", narra Leona Lewis en el vídeo de la ONG. 

El vídeo responde a una investigación de la organización en Alemania en colaboración con el periodista Manfred Karremann, quien ha investigado durante dos años la industria del cuero en el país asiático. Ni el trato a los animales es el que merece un ser vivo ni tampoco el de los trabajadores —incluyendo niños— es el que le corresponde a una persona humana. PETA destapa a niños removiendo el cuero con las piernas en baldes llenos de químicos, cortando la piel con enormes cuchillos sin ninguna protección o trabajando descalzos entre peligrosas máquinas. 

"Se estima que el 90% de los trabajadores de este lugar muere antes de los 50 años", dice la voz de Leona Lewis, quien termina el vídeo pidiendo a la sociedad que compren con conciencia y apunta hacia la moda "vegana, los accesorios libres de crueldad, las fibras naturales o las pieles sintéticas". La protesta de PETA va acompañada de una petición para demostrar el rechazo social a este tipo de crueldad humana y animal. 

PETA y las celebridades

La ONG ha contado con otros famosos para campañas a favor de los derechos de los animales. Hace unas semanas se alió con la diva del soul Joss Stone para protestar contra el uso de piel de cocodrilo que hace la firma Hermès para fabricar su icónico bolso Birkin —aunque no es la primera vez que la organización la emprende contra la maison por este asunto—. La cantante aparecía con la piel del cuerpo pintada como un cocodrilo y lágrimas que resbalaban por sus mejillas. Después del vídeo en el que se mostraba cómo la marca fabricaba el Birkin, la propia Jane Birkin, inspiradora del modelo, pidió que se quitara su nombre del accesorio. 

Otra de las celebridades que más implicada está con la causa de PETA es Pamela Anderson. El icono sexual de los noventa se dejó marcar como una vaca y posó sin ropa porque, como ella misma dijo, prefiere ir "desnuda que con pieles". Además, la conejita de Playboy tiene su propia fundación y es una vegetariana convencida. En otra ocasión, se metió en la ducha como la protagonista de Psicosis con cara de terror y posicionándose contra la industria cárnica y lechera porque "agotan la mitad del agua del país". Otros rostros conocidos como Eva Mendes, Elisabetta Canalis o Penélope Cruz también se quedaron sin ropa por esta causa.

Hay otras que no gozan de tan buena fama dentro de la ONG y viven "amenazadas" por PETA. Kim Kardashian, Kate Moss, Victoria Beckham o Lindsay Lohan son algunas de las estrellas en el punto de mira de la organización, que a veces se limita a criticarlas públicamente por sus comentarios o colecciones con pieles y otras las boicotean con harina o pintura en sus abrigos de piel.