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EMBRIOLOGÍA

Nacen los primeros perros por fecundación in vitro

Un equipo de la Universidad de Cornell logra cachorros viables con una técnica que puede servir para conservar especies amenazadas

Dos de los primeros cachorros nacidos por fecundación in vitro en el mundo junto a dos de las autoras del trabajo

Por primera vez, un grupo de investigadores de la Universidad Cornell ha logrado que nazca una camada de siete cachorros de perro por fecundación in vitro. Los autores del trabajo, que se publica en la revista PLOS ONE, afirman que este avance puede ser útil para conservar especies de cánidos en peligro de extinción facilitando el uso de técnicas de edición genética para erradicar enfermedades hereditarias.

Para lograr su objetivo, los científicos tuvieron que sortear tres obstáculos particulares de la fecundación de los perros. El primero fue extraer óvulos del animal. A diferencia de otros animales, los ovocitos una vez producidos necesitan madurar durante un tiempo en el tracto reproductor de la hembra. El equipo de Cornell, liderado por Jeniffer Nagashima, fue midiendo los niveles hormonales de los animales y extrayendo óvulos en distintos días para elegir cuál era el día óptimo para su fecundación. Con ese método, observaron que los ovocitos con seis días eran los que mayor probabilidad tenían de ser fecundados.

La técnica es un paso para poder aprovechar los óvulos de hembras muertas con objetivos de conservación

En segundo lugar, trataron de simular el entorno creado en el tracto reproductor de la hembra para facilitar la tarea fecundadora del esperma. Esto lo lograron añadiendo magnesio al cultivo celular en el que se preparaba el semen.

Por último, aplicaron una técnica para congelar los embriones fruto de la unión de los óvulos y los espermatozoides que habían desarrollado con éxito para dar a luz a un cachorro en 2013. Una vez congelados los embriones, fue posible elegir el momento apropiado para insertarlos en la hembra en su ciclo reproductivo, algo que sucede solo una o dos veces al año. Así, de los diecinueve embriones transferidos, nacieron siete cachorros sanos.

“Aunque esto no se había hecho nunca, más que una gran novedad científica, es un trabajo interesante porque ha resuelto un problema logístico complicado en el caso de la fecundación de perros”, comenta Pablo Bermejo, investigador del Departamento de Reproducción Animal del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA).

En su opinión, el sistema puede ser interesante como un primer paso para “ayudar a preservar especies amenazadas” a partir de semen y óvulos congelados. En el caso de un atropello, por ejemplo, "como a veces pasa con los linces, puedes extraerle los óvulos a una hembra en las horas posteriores a la muerte y madurarlos in vitro para después congelarlos, o producir embriones y hacer una transferencia a una hembra de otra especie”.

Los autores también consideran que la posibilidad de tener crías a partir de fecundación in vitro añadida a las nuevas técnicas de edición genética pueden servir para eliminar enfermedades hereditarias en perros. Bermejo considera que este punto no ofrecería grandes ventajas a la alternativa de aplicar la edición genética a embriones fecundados de manera natural.

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