Nada por fuera, todo por dentro
FOTO: Hufton&Crow
Rectilíneo por fuera, orgánico por dentro. Amontonado por fuera, laberíntico por dentro. El nuevo edificio de oficinas Dominion que Zaha Hadid ha levantado en Moscú se ajusta a la nueva tendencia arquitectónica: discreción a pie de calle y sorpresa en el interior. Sin embargo, a pesar de lo que nos hemos quejado repetidamente de los excesos gestuales gratuitos de los últimos lustros no está claro que llevar la pompa al terreno interior sea un indicador de respeto cívico. Podría ser también el principio de una arquitectura espectáculo secreta, el regreso a una vida pública que, en realidad, es privada.
Este inmueble, de siete plantas de oficinas y dos sótanos, pertenece a la primera hornada de proyectos que busca transformar el antiguo barrio industrial de Dubrovka, al sureste de la capital rusa. En eso el edificio también se apunta a una tendencia: la de ensanchar las metrópolis por los arrabales que ocupaba la antigua pequeña industria. Así, la torre se organiza por fuera con plantas corridas, apiladas, que permiten que la luz llegue a más rincones del edificio que si este fuera un prisma rectilíneo. El apilamiento consigue también una apariencia menos monolítica, pero también más azarosamente ordenada. En el interior, un gran patio central lleva luz natural al corazón de la torre. La escalera que recorre ese hueco y los balcones que se asoman al atrio están construidos aprovechando los espacios que se derivan del desplazamiento exterior de las plantas. De modo que lo que parecía azaroso o caprichoso por fuera no resulta serlo tanto en el interior del edificio.
De la oficina de Hadid explican que el atrio de este inmueble es para ellos un espacio público porque está ocupado por restaurantes, zonas de descanso y cafeterías que todos los inquilinos puede utilizar. “Se trata de fomentar las relaciones entre nuevas compañías innovadoras (Innovation Technology) y de aumentar su exposición mutua creando lugares para relacionarse”.
A un lado de ese atrio central de encuentros, luz y acceso, el núcleo de servicios –que incluye ascensores y baños- se convierte también en otra entrada de luz natural. La estructura del inmueble recorre el atrio central y su perímetro anterior a los desplazamientos. Ese desplazamiento lateral de algunas plantas está compensado en todos los lados. Por eso, en algunos, las columnas estructurales han sido sustituidas por vigas de transferencia que desplazan la carga y evitan interrumpir el espacio.
Edificios que apilan los pisos sin ordenarlos. Inmuebles que impactan desde su interior y arquitectura que renueva el cinturón industrial de las ciudades. Agítese la mezcla y tendremos una de las vías para que el futuro de las ciudades europeas continúe la línea de crecimiento descontrolado de los últimos años. Es una posibilidad. Pero hay otras que pasan por cuestionarse ese modelo.
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