_
_
_
_
CLAVES
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Hablar con el enemigo

Parece ser que los soldados los tenemos, que la logística la pueden poner los franceses. Las razones para recular parecen ser electorales

Jorge M. Reverte

—“¿Es ahí el enemigo?”. (Pausa)

—“¿Está el jefe?”. (Pausa) “Que se ponga”.

Los mejores expertos del Ministerio de Defensa se han puesto en marcha para encontrar experiencias anteriores en que España haya llevado a cabo una acción real de lo que en el CESEDEN (Centro de Estudios Superiores de la Defensa Nacional) llaman la estrategia del amagar y no dar. Lo que ha salido todavía no está valorado. Solo estos dos primeros renglones cuya autoría se desconoce.

Al parecer el único que se ha quedado contento con lo poco que hay transcrito ha sido el ministro Morenés. El resto del personal concernido mueve la cabeza de un lado a otro sin decir ni “mú”.

La última vez que España estuvo en una situación parecida fue cuando a Franco (del cual ha estado a punto de pasárseme el aniversario de la muerte) se le ocurrió invadir la Unión Soviética con unos centenares de falangistas descamisados. Hitler, que tuvo mucha sensibilidad ante el genio militar del caudillo, se atrevió a seguir su consejo, pero lo hizo tarde. El hielo madrugó y las camisas no fueron suficiente para proteger aquellos jóvenes y temibles pechos. No hay que contar la historia entera. La División Azul fue a Rusia, perdió a más de 4.000 de sus hombres, y volvió a España orgullosa de haber perdido una guerra más dejando el nombre de la patria cosido a un nuevo desastre.

No sé si llegaremos a saber a quién se le ocurrió lo de Malí. Ni a quién se le ocurrió en Francia decir que lo iban a estudiar. El caso es que para ir a Malí hace falta enviar más de 5.000 hombres, bien entrenados y con un aparato logístico de mucha envergadura. A falta de saber qué dice el ministro de Defensa, qué ha estudiado sobre el tema la vicepresidenta del Gobierno, y en qué impulso se basó el ministro de Asuntos Exteriores (aparte de la informada opinión de Javier Solana), hay que ver qué se ha hablado de verdad.

Parece ser que los soldados los tenemos, que la logística la pueden poner los franceses. Eso y el carácter de nuestra alianza con Francia apoyarían la idea.

Las razones para recular parecen ser electorales.

Esto solo lo arregla Gila.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_