Partidos, derechos, elecciones y oportunidades

PorBelén de la Banda, periodista y especialista en comunicación digital @bdelabanda

Acto de la campaña #BlindaTusDerechos ante el Monumento a la Constitución en Madrid. Imagen de Pedro Armestre / Greenpeace.

Hace sólo unos meses, tres de las organizaciones internacionales más importantes se propusieron un objetivo ambicioso para nuestro país:reformar la Constitución Española para que los derechos de las personas tengan iguales garantías y protección.

Lo que denuncian estas tres organizaciones es que en nuestra carta magna existen derechos de primera y de segunda, que no se protegen por igual. El derecho a la vida o a la libertad gozan de una protección reforzada y se pueden denunciar ante los tribunales. En cambio, el derecho a la vivienda o al medio ambiente, aunque están presentes, tienen una protección mucho menor.Para resolverlo hay que modificar 24 disposiciones y cambiar sustancialmente el artículo 53 de la Constitución, en el que se hacen distinciones entre derechos.

Este mes, los directores deAmnistía Internacional, Greenpeace y Oxfam Intermón se han reunido con representantes de los principales partidos políticos para explicar su propuesta. Javier Maroto y Gonzalo Roblesdel Partido Popular, Pedro Sánchez, Patxi López y Meritxell Batet del Socialista, Alberto Garzón de Izquierda Unida, Pablo Iglesias de Podemos y Albert Rivera, de Ciudadanos, están escuchando esta propuesta. ¿Ha servido para algo? ¿Están dispuestos los principales partidos a cambiar la Constitución para mejorar la cobertura de derechos de los ciudadanos?

La buena noticia es que la mayoría de los partidos políticos, excepto el Partido Popular, sí tienen propuestas de reforma constitucional que incluyen de una u otra forma ampliar la protección de los derechos humanos y libertades. Está cambiando la atención que los partidos dedican a los derechos sociales y las personas más vulnerables, y todos han estado abiertos a mantener el diálogo sobre este tema.

Pero PP, PSOE y Ciudadanos no cuestionan esa división de los derechos humanos en derechos de primera y derechos de segunda, y piensan que hay que tratarlos de diferente manera, lo que tiene consecuencias sobre las personas. Sólo Podemos se ha comprometido a reformar el artículo 53, donde se explicita esa diferencia entre unos derechos y otros. Izquierda Unida declara de forma genérica que está a favor de la igualdad de todos los derechos, pero no concreta si reformará la constitución para llevarlo a la práctica.

El miedo a comprometer presupuestos o generar expectativas entre la ciudadanía no deberían ser una excusa cuando se habla de derechos fundamentales. Vivir en un medio ambiente saludable, acceder a servicios sanitarios, tener unos ingresos mínimos para vivir o participar como ciudadanos y ciudadanas son derechos de primer orden. Para financiarlos se pueden hacer muchas cosas, empezando por cambiar también el sistema fiscal. Porque no deberían estar blindadas ante la ley las cuentas de los evasores, sino los derechos de todas y todos.