Neil Young: 10 temas tuyos que nos encogen el corazón
El referencial músico cumple una edad en la que la gente ya está jubilada. Pero ni caso. Estas canciones suyas ponen el vello de punta
Existen grandes músicos... y luego está Neil Young. Pocos dudan de la veracidad de esta frase que dijo hace ya muchos años el crítico musical de The New York Times. Ni siquiera la cuestionan los más alejados estilísticamente del músico canadiense. Un ejemplo. Cuando el grupo de pop hedonista Scissor Sisters estaba en lo más alto (primeros 2000) y los periodistas les preguntaban sobre sus influencias (todos esperábamos escuchar a Queen, música disco de los 70, funk...) su líder, Jake Shears, soltó: "Me compro una semana un disco de Neil Young y lo escucho obsesivamente. A la semana siguiente, otro. Y así hasta completar toda su discografía".
Neil Young (nacido en Ontario, Canadá) cumple el 12 de noviembre 71 años. Y está más activo que nunca, editando discos cada seis meses, girando sin parar, escribiendo libros e incluso inventándose un artilugio para escuchar música con la máxima calidad. Si algo tienen las canciones de Young es su capacidad para llegar al corazón de los oyentes, emocionarlos y, en muchas ocasiones, hacerles soltar algunas lágrimas. Nosotros hemos querido celebrar su cumpleaños con diez de sus canciones, algunas de ellas sin tener mucho que ver temáticamente o rítmicamente. Pero con algo en común: nos desarbolan y encogen el corazón. Felicidades, Neil.
- OHIO (1970)
El gran himno hippy de principios de los setenta. Young lo compuso (cuando formaba parte de Crosby, Stills, Nash y Young) con solo 24 años tras ver una portada de la revista Life con el siguiente titular: “Tragedia en Kent”. Una escalofriante foto de unos estudiantes socorriendo a otro llenaba toda la tapa. Había ocurrido en la Universidad de Kent, Ohio: la Guardia Nacional americana respondió con violencia extrema a una manifestación de estudiantes, que protestaban por la implicación estadounidense en el conflicto de Camboya. Resultado: cuatro muertos y varios heridos. Afectado por el suceso, el joven Neil cogió la guitarra y los versos salieron impulsados por la rabia: “Cuatro muertos en Ohio./ Vamos a hacerles frente./ Los soldados nos están disparando./ ¿Qué pasaría si la conocieras y la encontraras muerta en el suelo?/ ¿Cómo puedes correr si la conoces?”. En 15 minutos estaba lista.
- OLD MAN (1972)
Neil Young nunca ha sabido digerir el éxito. Su relación con la fama no es –dicho suavemente- muy fluida. En Old man se concentra en expresarlo. Young, con 24 años, era ya un hippy millonario. Acababa de comprarse un rancho en California por casi medio millón de dólares. Cuando llegó a esas tierras, el supervisor del terreno, un tipo llamado Louis Avila, le dio una vuelta en su coche para que viera lo que acababa de comprar. Y le dijo: “¿Cómo un tipo tan joven como tú tiene tanto dinero?”. Young entonces compuso Old man: “Anciano, mira mi vida/ Con 24 y ya tengo mucho/ Vivo solo en un paraíso… Perdí un amor, ese fue el precio”. Lo que no sabía el músico en ese momento es que el disco donde se iba a incluir esa canción, Harvest, sería el mayor éxito comercial de su vida, convirtiéndole en (mucho más) rico para toda su vida.
- THE NEEDLE AND THE DAMAGE DONE (1972)
“He visto la aguja y el sufrimiento que ha producido/ Una pequeña parte de todos nosotros/ Pero cada yonqui es como un ocaso”, canta con desgarro en The needle and the damage done (La aguja y el sufrimiento), seguramente la canción más triste de su repertorio. Cuando escribió esta pieza, el cantante estaba profundamente afectado por los problemas con la heroína de algunos amigos, entre ellos su guitarrista Danny Whitten, que falleció en 1972 por una sobredosis. Young, que ha probado drogas de todo tipo, siempre se ha mantenido apartado de las agujas.
- HEART OF GOLD (1972)
Ya desde sus primeros compases, Heart of gold transmite una paz que aumenta cuando Young sopla su melancólica armónica. Estamos ante la canción que más éxito le ha dado al canadiense, la única de su carrera en permanecer varias semanas en el número de las listas de ventas. Neil la compuso en una época de sentimientos encontrados. Por una parte sufría unos dolores de espalda que le dificultaban incluso el ponerse de pie; por otra, estaba en pleno romance con la actriz Carrie Snodgress. De esas sensaciones nace esta joya de aire campestre.
- CORTEZ THE KILLER (1975)
Una épica canción de siete minutos y medio con el acompañamiento del mejor grupo que jamás haya tenido Young, los Crazy Horse. Ojo con bromear con estas cosas: hay seguidores de Neil que matarían por Crazy Horse al mismo tiempo que detestan al Young que prescinde del Caballo Loco. Cortez the Killer no está compuesta para estómagos delicados. Hasta el minuto 3,23 no entra la peculiar voz del canadiense. Antes se escucha el perezoso trote rítmico del caballo loco con escalas de punteos ombliguistas que salen de la guitarra del canadiense. Cuando abre la boca, el músico ataca al conquistador con saña: “Se los llevaron de las llanuras y murieron en el camino, pero habían construido con sus propias manos lo que todavía no se puede hacer hoy”. La canción fue prohibida por Franco, con lo que los rockeros españoles de los setenta la escuchaban en los guateques caseros humeantes de hierba.
- LIKE A HURRICANE (1977)
La apoteosis del sonido Crazy Horse. Ocho minutos de éxtasis guitarrero donde los músicos parecen conjurarse en la misión de tumbar el muro más sólido jamás construido. Y lo hacen a base de decibelios. “Solo eres un sueño y yo soy un soñador”, gime Young en esta plegaria amorosa a una mujer que el canadiense conoció en un bar y que le voló la cabeza. Imprescindible escucharla a volumen alto.
- MOTHER EARTH (1990)
Muchas son las canciones de temática ecológica que ha escrito Neil Young, que con los años va comprometiéndose más con la causa verde, actividad que ahora comparte con su nueva pareja, la actriz Daryl Hannah, de 54 años (el músico rompió una relación de 36 años con su exmujer Peggi, también músico). Mother Earth (Madre Tierra) crea desde el primer acople de guitarra congoja. Suena a himno verde, a lamento desde las entrañas, con una letra que dice: “Oh, Madre Tierra, con tus campos verdes/ ¿Cuánto tiempo se puede dar y no recibir?/ Y alimentar este mundo dominado por la codicia”. Más razón que un santo...
- ROCKIN’ IN THE FREE WORLD (1989)
La azarosa vida de Rockin’ in the free world tuvo su último capítulo hace unas semanas, cuando Neil Young instó a Donald Trump a que no utilizara su canción para la campaña del polémico político conservador. Después de un intercambio de reproches, Trump la dejó de usar como parte de la sintonía de sus mítines. “Aunque seguiré siendo fan de Neil”, adujo Trump, retador, sin duda para fastidiar al músico. La realidad es que Young escribió este canto a la libertad para criticar las políticas de Ronald Reagan y de George Bush.
- LIVING WITH WAR (2006)
Cansado de ver cómo George W. Bush (esta vez el hijo) enfocaba la política exterior de su país (muy especialmente la cruenta guerra de Irak), Neil Young amarró la guitarra y se puso a componer un álbum conceptual pacifista. “Si la gente joven no lo hace lo va a tener que hacer un viejo como yo”, señaló. En efecto, el viejo hippy, con su camisa a cuadros y su melena lacia, gritó: “Me uno a la multitud y levanto la mano en paz/ Nunca me inclino ante las leyes de la policía del pensamiento/ Doy mi voto sagrado de nunca matar”. Peggi, la compañera de Neil en aquella época, reveló que cuando la estaban grabando Young lloraba.
- WALK LIKE A GIANT (2012)
Si Like a hurricane es épica, Walk like a giant es la tormenta que viene a destruir la Tierra. O a destruir toda la porquería que generamos en la Tierra los humanos. Nunca una canción ecológica sonó tan destructiva. Esta pieza de 16 minutos necesita de tal energía para ser construida que parece imposible que la genere un tipo de 67 años, que era la edad que tenía nuestro héroe cuando la compuso. Su representación en directo, con improvisaciones por doquier, es como ver el fin del mundo frente a tus narices. Si John Coltrane hubiese sido guitarrista probablemente moriría por componer algo así.
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