Jamie Foxx se suma a Tarantino contra la brutalidad policial
El actor pide al director que siga con su lucha mientras agentes neoyorquinos llaman a un boicot a las películas del cineasta
"Continúa diciendo la verdad y no hagas caso a ninguno de los que te odian". Estas fueron las palabras de aliento que Jamie Foxx dedicó el domingo en los Hollywood Film Awards a su director en DJango desencadenado, Quentin Tarantino, a raíz de que un sindicato de policías neoyorquinos llamaran boicot a sus películas después de que el cineasta se uniera la pasada semana a una manifestación contra la brutalidad policial en Estados Unidos.
Los invitados a la entrega de premios aplaudieron el discurso del actor, aunque nadie del elenco de The Hateful Eight, la nueva película de Tarantino que se estrenará el día de Navidad, hizo comentario alguno sobre la polémica cuando llegó su turno de palabra. La llamada policial al sabotaje del trabajo del director de Pulp Fiction ya ha conseguido el apoyo de grupos policiales alrededor de todo el país americano, como los de Los Ángeles, Houston, New Jersey, Chicago o Philadelphia.
La Asociación Nacional de Organizaciones Policiales de EE UU (NAPO) ha añadido más leña al fuego y ha pedido a los policías que no ayuden para nada a Tarantino en sus proyectos cinematográficos, ni si quiera para asesorarle o proporcionarle conocimientos. "Tenemos que enviar alto y claro el mensaje de que el odio contra los agentes de policía es inaceptable", aseguró NAPO en un comunicado el pasado viernes.
Incluso el padre del director de cine, Tony Tarantino, ha criticado a su propio hijo: "Amo a mi hijo y tengo un gran respeto por su trabajo, pero con el asunto de los policías se ha equivocado totalmente, en particular en Nueva York, donde me crié. Es un hombre apasionado y se nota en su arte, pero a veces deja que le ciegue y no ve ni los hechos ni la realidad", explicó Tarantino padre.
El director de cine dijo a la prensa durante la manifestación que "si se estuviera abordando este problema, los policías asesinos estarían en la cárcel o por lo menos enfrentándose a cargos". Tarantino se refiere a casos concretos como el de Michael Brown o el de Eric Garner. El primero, un joven negro de 18 años que fue asesinado en Ferguson (Misuri) el pasado año por disparos policiales mientras volvía con un amigo de una tienda de alimentación —la víctima estaba desarmada—. Y el segundo, un hombre de 43 años, también de color, que murió asfixiado por el abrazo mortal de un policía el 17 de julio de 2014.
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