La policía neoyorquina llama al boicot a las películas de Tarantino
El director de cine se unió a una manifestación en Nueva York contra la brutalidad policial
Al mayor sindicato policial de Nueva York no le ha gustado nada que Quentin Tarantino se uniera el pasado sábado a una manifestación que denunciaba por las calles de la ciudad estadounidense la brutalidad policial en todo el país americano. "No es nada sorprendente que alguien que se gana la vida glorificando la muerte y la violencia odie a los policías", ha dicho Patrick Lynch, presidente de la asociación Patrolmen's Benevolent, y ha añadido: "Es el momento de boicotear las películas de Quentin Tarantino".
"Los agentes de policía a los que Quentin Tarantino llama 'asesinos' no viven en una de sus depravadas fantasías de la gran pantalla. Están arriesgando y sacrificando sus vidas para proteger a la comunidad del verdadero crimen", ha afirmado Lynch en un comunicado y, sin dar tregua al director de cine, ha concretado su enfado: "Los neoyorquinos tienen que enviar un mensaje a este proveedor de degeneración: no tiene que venir a nuestra ciudad a vender de puerta en puerta su calumniosa ficción policial".
La manifestación que tanto ha molestado a Patrolmen's Benevolent fue organizada por decenas de organizaciones no gubernamentales para recordar a las víctimas recientes de hechos violentos atribuidos a la policía estadounidense y para criticar su actuación. La marcha transcurrió sin incidentes por la Sexta Avenida de Manhattan, desde el parque Washington. Además de Tarantino, también participó el intelectual afroamericano y activista de derechos civiles Cornel West.
El director de Pulp Fiction o Kill Bill, entre otras muchas películas, no ha hablado sobre las acusaciones de la organización policial pero sí transmitió sus impresiones a la prensa durante la protesta en Nueva York. "Soy un ser humano con conciencia. Estoy aquí para decir que estoy del lado de todas las víctimas", afirmó el cineasta. "Si se estuviera abordando este problema, los policías asesinos estarían en la cárcel o por lo menos enfrentándose a cargos", añadió.
Desde hace más de un año, varias muertes de ciudadanos negros en EE UU han despertado la indignación de la sociedad estadounidense. Dos de los casos de brutalidad policial que más atención han generado recientemente es el de Michael Brown y el de Eric Garner. El primero, un joven negro de 18 años que fue asesinado en Ferguson (Misuri) el pasado año por disparos policiales mientras volvía con un amigo de una tienda de alimentación —la víctima estaba desarmada—. Y el segundo, un hombre de 43 años, también de color, que murió asfixiado por el abrazo mortal de un policía el 17 de julio de 2014.
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