9 fotosRompiendo el cordón umbilical con su tierraAlgunos indígenas se adaptan a vivir en las ciudades mientras otros forman comunidades cerca de ellasPatricia Martínez SastreRio de Janeiro - 23 oct 2015 - 11:09CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceEl indio pernambucano X’mayá Kaká Fulni-ô guía del Museo del Indio de Rio de Janeiro.Trabaja allí desde hace 11 años y reconoce que cuando las personas deparan con él su mirada es “asustada”. Además, rápidamente lo tachan de “loco” por sus grandes dilataciones, collares y las pinturas que decoran su cuerpo.Patricia Martínez SastreLa indígena Carolina Potiguara con un tocado de plumas de rojas y azules. “Yo nací en Rio de Janeiro. Mis abuelos emigraron en la década de los setenta huyendo de la sequía nordestina. Soy profesora de la Universidad Federal Fluminense, y tengo mucho orgullo de ser indígena a pesar de vivir en el espacio urbano”, manifiesta.Patricia Martínez SastreLa aldea de Maricá es una comunidad indígena formada por 17 familias y 20 niños que sobrevive de la artesanía y del cultivo cerca de Río de Janeiro.Patricia Martínez SastreLa cocina comunitaria de Maricá. Los indígenas son casi autosuficientes en lo que respecta a su alimentación: plantan mandioca, patata y maíz; también cuidan de algunos animales.Patricia Martínez SastreLídia Guarani, líder indígena y chamán de la aldea. Ella es quien manda en la aldea y la voz última en las decisiones importantes. La sencillez de sus ropas y la proximidad con la que trata a sus vecinos parecen de un tiempo perdido.Patricia Martínez SastreLa forma de vida de la comunidad es humilde y rica al mismo tiempo. Tienen todo lo que necesitan: aire puro, plantaciones, una casa de reza, una escuela para los niños... No obstante, las huellas de una difícil supervivencia se manifiestan en sus rostros y ropas.Patricia Martínez SastreJoventina Guarani, la mujer más anciana de la aldea, desplumando un pato frente a su casa. Es la madre de Lídia, la líder de la comunidad.Patricia Martínez SastreUn niño recogiendo barro en un cubo.Patricia Martínez SastreLas casas-cabañas, hechas de madera o de adobe, se reparten de forma desordenada por la aldea. Muchas cabañas muestran ropa colorida puesta a secar al sol.Patricia Martínez Sastre