“La arquitectura debe ser espejo de la sociedad actual y anticiparse al futuro”

Guillaume Koffi e Issa Diabaté crearon la agencia Koffi & Diabaté Arquitectos en 2001. Han trabajado sobre todo en su país, Costa de Marfil, pero sus diseños también florecen por toda la subregión de África occidental. En el año 2012, realizaron la transición de arquitectos a arquitectos desarrolladores y crearon el grupo Koffi & Diabaté, un conglomerado de entidades independientes especializadas en diferentes áreas de la arquitectura, la promoción inmobiliaria y la construcción. Forman parte de la nueva hornada de arquitectos africanos que está revolucionando el mundo del urbanismo y entre los que destacan Francis Kéré, David Adjaye, Kunlé Adeyemi o Carine Smuts. Comparten con ellos el interés por la innovación y un uso sabio y apropiado de todo lo que la modernidad pone a su disposición para construir. También la preocupación por la función social del urbanismo, la inclusión de todos en el proyecto de ciudad y un compromiso del arquitecto similar al juramento hipocrático.

La mitad de la sociedad pertenece a Guillaume Koffi, un profesional que tomó parte en Le Débat de Le Monde, que se celebró en septiembre en Abiyán para reflexionar sobre nuevas oportunidades para el desarrollo y el crecimiento inclusivo africanos. Allí, Koffi explicó que para la mayoría de los gobiernos africanos, desgraciadamente, "el urbanismo no es una prioridad política, al contrario que las infraestructuras públicas".

Hablando en su nombre y el de su socio, esta vez por correo electrónico y desde la capital económica marfileña, Guillaume Koffi precisa que hay unos 200 arquitectos en Costa de Marfil para una población de cerca de 26 millones de personas y que su responsabilidad es formar a una futura generación de arquitectos, "poniendo el acento en su habilidad para comprender nuestros problemas locales". Koffi asegura que tienen la voluntad de "participar de manera activa en la evolución de las ciudades africanas". Su fórmula es integrar la cadena de producción inmobiliaria a su actividad, puesto que eso les permite "federar una red de competencias, garantizar la calidad de nuestras obras y presentar una nueva arquitectura, reflejo de nuestra visión del sector", añade.

Guillaume Koffi sentencia que el arquitecto de hoy en día, además de ejercer su propia actividad y la de su estudio, debe contribuir de manera activa a su entorno. Para ello, debe implicarse e invitarse al debate público, la reflexión sobre la política urbana y la puesta en marcha de proyectos. "En Koffi & Diabaté, tenemos una visión para el desarrollo de nuestras ciudades que se traduce en varios proyectos en los que trabajamos hoy", apostilla. "Nuestro razonamiento se inscribe en la preocupación por el desarrollo sostenible a todos los niveles para ofrecer –especialmente– a los abiyaneses alojamientos y edificios de calidad en un entorno más verde y seguro, integrando los preceptos de la economía energética y en consumo de agua".

Koffi pone como ejemplos de ese compromiso dos de sus proyectos más populares: el Complejo Inmobiliario GREEN, un edificio de apartamentos y oficinas en Cocody (Abiyán), y las Residencias Chocolat, un complejo inmobiliario con 32 alojamientos en Riviera Golf IV (Abiyán también). Subraya que, en el segundo caso, los principios de densidad, economía energética y diversidad social y funcional constituyen la base de una toma de partido arquitectónica y que se trata de la primera smart city de Abiyán, con integración de la fibra óptica incluida. "Con el entorno local como primer recurso –tanto en la concepción como en la elección de materiales- la solución sostenible se revela, tras diez años de práctica, como la evidente y sobre todo, una elección y un proceso consolidados", explica.

El desafío principal continúa siendo definir una verdadera visión en términos de organización espacial y social

Guillaume Koffi dice que notan que en su país, desde hace unos años, se da un nuevo interés por el arquitecto, por su oficio, por su papel. Su firma recibe cada vez más peticiones de prácticas de estudiantes incluso desde el instituto, algo que consideran un buen augurio de cara al futuro y que les reconforta en su voluntad de transmitir el oficio. También constata un nuevo interés en la arquitectura con el Salon ARCHIBAT (Salón de la Arquitectura y la Construcción) que iniciaron en el año 2007 y cuya próxima edición se celebrará en diciembre en Abiyán.

"La arquitectura debe ser el espejo de la sociedad actual, aunque con capacidad de anticiparse también al futuro. Debe poder aliar especificidades culturales con modernidad, calidad e innovación, funcionalidad, estética y forma de vida, todo responsabilizándose del medio ambiente. La arquitectura es también un arte, el de poder traducir concretamente una idea, una visión, una época. Para nosotros, la arquitectura es particular también en lo que tiene de noble: la arquitectura piensa la ciudad… También es su guardiana. Ser arquitecto, para nosotros, es una responsabilidad tanto profesional, como social y ciudadana", concluye.

Koffi asegura que, como arquitectos, necesitan pensar y definir nuevos conceptos de hábitat, puesto que el ciudadano de hoy no vive como el de ayer y vivirá, forzosamente, de una manera diferente del de mañana. Por eso utiliza los términos visión y anticipación, "puesto que se trata de ir más allá del momento presente para tener en cuenta las previsiones demográficas y diferentes factores socio-económicos".

"Queremos llevar a los marfileños a habitar de otra manera, a mutualizar los espacios de vida y de convivencia, a mantener y preservar espacios verdes y evitar su transformación en sitios de comercio y culto, como antes. Nuestras acciones tienen que contribuir a frenar la dispersión urbana y mejorar el comportamiento cívico de la población. Para conseguirlo, hemos lanzado un cierto número de proyectos que deben desembocar en un hábitat para más gente, con menos costes. Eso supone un modo de construcción innovador y diferente del que hemos vivido hasta ahora. También exploramos las diferentes industrias de la prefabricación para construir alojamientos más fiables, que se terminen más rápidamente y que cuesten menos. Nuestro objetivo final es poder ofertar casas de dos habitaciones con sala de estar en 45 metros cuadrados. Técnicamente es posible. Pero para eso hay que revisar las normas de construcción actuales. Este proceso permitirá la construcción de alojamientos decentes y módicos en un entorno mejor diseñado y comprendido, de manera que la población pueda apropiarse de ellos", finaliza.

En el caso de Abiyán, como otras grandes ciudades africanas, el esquema es relativamente similar y el desafío principal continúa siendo definir una verdadera visión en términos de organización espacial y social. Los campos de acción en los que Koffi y su socio se fijan son la distribución urbana (y la gestión de lo informal), la cuestión de la movilidad y el problema de la propiedad. Su planificación se centra en el impacto a largo plazo, en el desarrollo sostenible y aseguran que esta visión tiene que anclarse imperativamente en la anticipación y en un proceso de trabajo coherente con el entorno, las previsiones demográficas y la evolución del modo de vida de la gente.