'Playboy' ya no es lo que era. Pero aquí están las nuevas revistas eróticas
Mientras la publicación erótica anuncia que renuncia a los desnudos, surgen otras donde el erotismo es arte. Rihanna y Kate Moss ya han posado
“Playboy dejará de mostrar en sus páginas a mujeres completamente desnudas”. La noticia saltó esta semana a los diarios, marcando el fin de una época. En marzo de 2016, un rediseño de la revista fundada por Hugh Hefner adoptará un estilo más moderno, limpio y cercano a la prensa de tendencias. Según su actual director, Cory Jones, en los últimos tiempos las ventas habían caído en picado debido a la gran oferta de sexo y desnudos en Internet. Así que han optado por la solución más socorrida: suavizar contenidos para agradar a posibles anunciantes de lujo.
Paralelamente, aparece una nueva ola de revistas eróticas, pero no al estilo del viejo Playboy, sino en sintonía con el arte, la literatura o el diseño gráfico. Ofrecen finos papeles lúbricos en plena crisis de la prensa. Rafa Martínez, editor de una de ellas, la barcelonesa Odiseo, nos lo explica: “Lo que está sucediendo es que muchos medios comerciales han perdido interés. Y en ese contexto otras revistas dan un enfoque más independiente, no para que guste a los publicistas sino para que la disfrute quien de verdad da sentido a todo esto: el lector”.
Las nuevas revistas eróticas son muy diferentes entre sí pero tienen algunas cosas en común: no pertenecer a ningún gran grupo editorial, unas tiradas limitadas, un público fiel y una distribución por correo o en puntos de venta exclusivos a lo largo y ancho del mundo. Son, en el fondo, una especie de fanzines caros y sofisticados, tan lejos del erotismo rancio de la vieja escuela como de la revista de tendencias.
A continuación, damos un repaso a cinco de estas publicaciones, que son solo la punta del iceberg de toda una invasión de cabeceras húmedas, entre las que también cabría destacar 25 Magazine, Iréne o Extra Extra. Como siempre, no están todas las que son, pero sí una buena representación de lo que viene a ser la gran esperanza blanca de la prensa, y la constatación de que, pese a la hegemonía de Internet, el papel aún resulta tremendamente sexi.
'ODISEO': el erotismo reflexivo
Como el legendario héroe de la Ilíada, Odiseo es una revista de muchos senderos y multiforme ingenio. Las páginas de esta publicación barcelonesa son de pulcro minimalismo y contrastan con las sublimes imágenes de desnudos; aquí los fotógrafos tratan la anatomía femenina como si fuera un oscuro objeto de diseño. La revista es un experimento del estudio barcelonés Folch.
Ubicada entre la moda, las tendencias y el erotismo, cuesta definir un artefacto como Odiseo. Rafa Martínez, que engendró la criatura junto a su socio Albert Foch, nos echa un cable: “Para empezar, diría que es un bookzine, una mezcla entre revista y libro”. Debido a este concepto ambiguo y a que escapa de la estresante periodicidad mensual, la temática de Odiseo no tiene la urgencia del periodismo y busca más una reflexión atemporal sobre diferentes cuestiones más o menos trascendentales; en su último número, por ejemplo, exploran la fusión de la naturaleza con el cuerpo humano. Hay cuerpos desnudos por doquier, pero la revista tiene vocación mixta: “No objetualizamos a la mujer, sino que le damos una presencia activa. Y nuestro erotismo es más contemplativo, reflexivo y críptico que el de Internet. Además, eso es solo una parte, puesto que en paralelo a las fotografías hay un contenido ensayístico”, dice su editor.
Al estar englobada en un exitoso estudio de diseño, Odiseo es muy suya: no admite publicidad, tiene una tirada de solo 3.000 ejemplares y, aunque agota cada número, nunca se reedita. El secreto nos lo desvela Rafa: “Como nuestros lectores saben que se agota, el 60% la pre-compra. Y la revista se mantiene gracias a las ventas en todo el mundo, en librerías y en tiendas especializadas en arte. Para nosotros esto no es un negocio, sino un divertimento profesional, un campo de pruebas. No queremos crecer”.
'ADULT': imágenes excitantes, letras también excitantes
La estética de esta revista neoyorquina recuerda un tanto a la de cierta pornografía vintage, pero pasada por un tamiz muy femenino. No en vano, la redacción de Adult esta formada por cinco mujeres y un hombre, y entre sus ocho colaboradores habituales no hay más que un varón. El resultado es de lo más explosivo: “Hacemos una revista erótica feminista para hombres y mujeres, pero eso no quiere decir que sea un panfleto, sino que trabajamos con fotógrafos y escritores que no son gilipollas. Algo, por cierto, muy difícil de encontrar”, sentencia la redactora jefa y cofundadora de la revista Sarah Nicole Prickett.
De periodicidad trimestral, en las páginas de Adult hay de todo: desde desplegables sobre cómo masturbarse con amigas hasta confesiones de mujeres transgénero en plena terapia hormonal, pasando por recetas afrodisíacas, conversaciones con artistas eróticos, relatos porno o una sección donde distintas mujeres cuentan lo que sienten nada más despertar. Todo ello, eso sí, tratado con mucha clase y mucho estilo.
Está claro que nos encontramos ante una revista muy original, pero Sarah Nicole Prickett no cree que haya descubierto la pólvora: “Hay una larga tradición de revistas eróticas femeninas interesantes, casi todas en los años 70, como Viva, donde Anna Wintour era estilista. Por desgracia, en la mayoría de las publicaciones actuales el sexo se trata de forma muy mecánica y superficial”. Para desmarcarse de este estilo gris que predomina en la prensa de tendencias femenina, Adult se suelta la melena.
La directora creativa y cofundadora Berkeley Poole revela su intención de hacer algo “auténtico, libre, divertido, morboso y, sobre todo, legible”. Sorprende que en la era de la imagen y tratándose de una publicación erótica, Adult apueste por darle especial importancia a los textos. Dice Sarah que “el acto de leer es siempre sexi, leas lo que leas. Creo que las letras son mucho más excitantes que las imágenes, sobre todo para nosotras las mujeres”. Y añade: “Las imágenes son siempre demasiado explícitas y, hoy en día, con la saturación de porno en Internet, te pueden llegar a aburrir. Sin embargo, las palabras hacen volar tu imaginación, dejan que construyas tu propia fantasía”.
'TREATS!': el desnudo como una de las bellas artes
Desde la portada hasta la contraportada, Treats!, ubicada en Los Ángeles, es un tributo a la anatomía femenina. Su director es Steve Shaw, un fotógrafo curtido en el duro oficio de retratar top models con poca ropa: “Me sentía muy frustrado trabajando para revistas masculinas como FHM o Maxim, porque yo soy una persona creativa y me obligaban a hacer cosas jodidamente absurdas, como subir o bajar un milímetro la braguita de la modelo. Sí había revistas femeninas, como Vogue Italia, que aceptaban desnudos artísticos bien hechos, pero con el único objetivo de vender moda”.
Entonces Shaw fundó Treats! para hacer lo que siempre había soñado: una revista donde los fotógrafos se sientan libres y las modelos no sean simples trozos de carne: “Sé que es difícil de creer, pero cuando hago sesiones de fotos no miro a las modelos con ojos libidinosos, sino como personas que forman parte del acto creativo. El reto es hacer que se sientan cómodas y que se olviden de que están desnudas. Esa es la única manera de que empiecen a interpretar”.
Por otro lado, Shaw prefiere fichar para su revista a fotógrafos emergentes. "Tienen una mirada más fresca y espontánea", apunta. Todo ello ha convertido a Treats! en una publicación que podríamos llamar de erotismo femenino con fundamento: en ella los desnudos son tan justificados que ni el lector más mojigato se atrevería a calificarlos como obscenos.
- LUI: donde se desnudan las estrellas del pop
Naomi Campbell ocupa la portada del número de octubre de la revista francesa Lui. Aparentemente, no hay tantas diferencias entre ésta y las revistas masculinas de toda la vida. La mezcla entre chicas desnudas y buenos reportajes ya la exploraron antes muchas otras cabeceras. Y, sin embargo, hay algo en Lui que marca la diferencia.
En realidad, la revista nació en los años 60 como una versión francesa y cultureta de Playboy. Tras décadas de éxito, fue languideciendo hasta morir a mediados de los 90. En el año 2013, el famoso publicista y escritor Frédéric Beigbeder la resucitó con la intención, en sus propias palabras, de “hacer una revista para tíos, con chicas sexys, pero con clase, o sea, que se pueda llevar tranquilamente bajo el brazo”.
Muchos se tomaron el proyecto de Beigbeder como el efímero capricho de un pijo crápula y mujeriego, pero dos años después la publicación goza de una excelente salud, basada en un equilibrio entre textos interesantes y fotografía erótica de alto standing: en sus páginas se han desnudado estrellas del pop como Rihanna y supermodelos como Kate Moss, ante las cámaras de Terry Richardson, Mario Sorrenti y otros enfants terribles del la fotografía. Y es que pocas personas se resisten a la llamada (y a la chequera) del carismático y mediático Beigbeder, quien, erigiéndose en una suerte de Hefner (el jefe de Playboy) autoparódico, vive sumergido en un harén de conejitas. A sus 50 años, Beigbeder considera a Lui “mi último intento de mantenerme vagamente masculino, rodeado de mujeres desnudas sobre papel cuché y de una redacción compuesta por periodistas del sexo antes ingenuamente designado como débil”. Sin duda, es la esperpéntica personalidad de este personaje lo que diferencia a su revista de las demás y la convierte, de aquella manera, en una obra de autor.
- FLUFFER: el desnudo contemporáneo
Disponible tanto en descarga digital como en papel, la italiana Fluffer es la propuesta más exuberante de esta nueva generación de revistas. Sus páginas nos traen a la cabeza a los volúmenes más atrevidos de editoriales como Taschen o Goliath. Su creador, el diseñador gráfico y director de arte italiano Dario Morgante, no tuvo duda alguna a la hora de acuñar el subtítulo de la revista: “La fotografía del desnudo contemporáneo". Porque sus páginas son un deslumbrante catálogo de modelos alternativas o emergentes, retratadas por un quién-es-quién de la nueva erotografía.
Morgante sostiene: “Hoy en día, cualquiera puede hacer unas fotos sexys de su novia con su smartphone, subirlas a Internet y arrasar. El mundo está lleno de fotógrafos y de cuerpos desnudos, pero solo hay unos pocos visionarios capaces de aportar nuevos puntos de vista sobre la desnudez. Nuestra misión es buscarlos y convencerlos de que trabajen para nosotros”. Por la revista han pasado fotógrafos de mirada única e inconfundible, como Luca Cassarà, Andre Moreau, Chas Ray Krider o Edy Sanuye, y también esculturales modelos que empiezan a dar que hablar, como Marika Esposito, Sarah Moon o Natasha Legeyda. Ellas y ellos, modelos y fotógrafos, son los protagonistas absolutos de la publicación. Ocupan todas las páginas con sus cuerpos, con sus imágenes, con sus palabras. Posado a posado, clic a clic, todos ellos van dando forma a un nuevo y flamante star system, y hacen carne la frase de Vargas Llosa: “El erotismo convierte al sexo en obra de arte”.
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