Los niños suponen el 27% de los muertos en los bombardeos de Siria
Un estudio alerta de que los menores suman un número desproporcionado de víctimas en la guerra
"Los civiles son el blanco principal del armamento y soportan una parte desproporcionada del coste de los bombardeos. Si estamos buscando las causas profundas de la crisis de migrantes y refugiados en la Europa de hoy, este es sin duda un factor principal". Con estas palabras resumen su trabajo los autores de un estudio que analiza las víctimas mortales civiles en la guerra de Siria, desglosando su causa, situación y otros datos demográficos. Entre sus datos, resalta uno: los bombardeos golpean con mayor crueldad a niños y mujeres. De cada cien muertos que deja tras de sí un ataque, 27 son menores.
Los investigadores denuncian "ataques deliberados a viviendas civiles y áreas susceptibles de contener una gran proporción de niños"
"En Siria, tanto el Gobierno como las facciones rebeldes afirman que los objetivos de sus bombas y proyectiles son objetivos militares enemigos, pero nuestros resultados indican que son las armas que con más probabilidad causarán la muerte de niños", asegura el estudio, publicado por epidemiólogos especializados en desastres en la revista British Medical Journal. Según explican, la situación es similar a la observada en Irak, pero en la guerra de los Balcanes el daño causado por bombas y explosivos en los niños fue mucho más limitado, casi residual en comparación.
Los autores denuncian con sus datos cómo las bombas se están usando, cuando menos, de forma desproporcionada e indiscriminada contra la población más vulnerable. "También podría ser resultado de ataques deliberados a viviendas civiles y áreas susceptibles de contener una gran proporción de niños", señalan en el estudio. Los investigadores, liderados por Debarati Guha-Sapir, relatan que se han documentado ataques suicidas dirigidos específicamente contra menores dentro de colegios o barriles bomba lanzados desde helicópteros contra hospitales por parte de fuerzas gubernamentales. Lo presentan como ejemplo de que estas bombas, armas supuestamente indiscriminadas, se están usando "de forma selectiva contra niños y otros grupos civiles". "Por lo tanto, no se puede suponer que las muertes de mujeres y niños a causa de armas explosivas de gran impacto se producen por la naturaleza indiscriminada de la explosión", añaden.
Aunque las armas químicas son un objetivo internacional para su control y destrucción, los bombardeos, que son tan letales o más para los niños, permanecen sin sanción efectiva", critican
Analizando el tipo de causa de muerte entre civiles, los niños representan el 9% de los muertos en tiroteos, frente al 84% de hombres adultos. En los bombardeos, el 26,8% de las víctimas mortales son menores frente al 54% de hombres. Esta desproporción lleva a los responsables de este trabajo a denunciar que se están usando las armas pesadas deliberadamente contra la población más vulnerable y a reclamar que se tomen medidas para detener esta sangría.
No es imposible: ya se logró detener el uso de armas químicas. Mientras se estuvo usando gas sarín y otros agentes, se mató a un millar de civiles (13% niños), pero la destrucción de armamento químico a partir de 2012 ha salvado muchas vidas. "Aunque las armas químicas son un objetivo internacional para su control y destrucción, los bombardeos, que son tan letales o más para los niños, permanecen sin sanción efectiva", critican.
Hasta enero, han muerto 220.000 personas como consecuencia directa de acciones de guerra, según la Organización Mundial de la Salud. Los autores del estudio utilizan los datos del Centro de Documentación de Violaciones de Siria (VCD), que está realizando un censo de víctimas civiles muy detallado, lo que ha permitido desglosar en detalle las causas de muerte. Por ejemplo, 852 niños fueron ajusticiados durante el conflicto, algunos de ellos tras sufrir torturas.
852 niños han sido ajusticiados en Siria, algunos de ellos tras sufrir torturas
Este trabajo, que cuenta con la aportación de universidades de Bélgica, Reino Unido, EE UU y Líbano, se centra en víctimas civiles muertas a consecuencia directa de las armas, no por causas indirectas como desabastecimiento de bienes de primera necesidad, desplazamientos, etc. Por ejemplo, de los 1.783 centros de salud que había en Siria antes de la guerra, solo la mitad funciona con normalidad y el 59% de los hospitales públicos no están operativos o solo parcialmente. Los suministros de agua se han reducido un 50% respecto a los niveles anteriores al conflicto y las condiciones de vida insalubres para los desplazados han provocado brotes de enfermedades como la leishmaniosis, la hepatitis A, la fiebre tifoidea y otras dolencias que hasta 2011 se mantenían en niveles bajos.
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