Crisis humanitaria
Europa se ve sacudida por un tsunami de refugiados, en especial sirios, en busca de ayuda y salvación. Pero lo que me llama poderosamente la atención es la pobre reacción de apoyo a los desplazados de parte de las naciones árabes y musulmanas, que habitualmente agitan la bandera de la defensa del pueblo árabe. Estos países siempre prestos a ingresar en conflictos y desencadenar guerras en pos de indefensos árabes y en especial palestinos, hoy se retraen en un llamativo silencio. Siendo que sus países son extensos en territorios y muchos de ellos pletóricos en petrodólares, no impresionan presurosos cuando se trata de asistir con el corazón, con una cama, con un poco de agua y comida, a aquellos supuestamente sus hermanos en la raza y la religión. Con esto no quiero decir que el resto del mundo no tenga obligaciones humanas y morales, pero el punto merece un espacio ya que la pregunta queda sin respuesta.— Natalio Daitch.
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