Unos platos desnudos de artificio y su reivindicación de las materias primas autóctonas le han valido a Fina Puigdevall dos estrellas Michelin. Tras 25 años exprimiendo el alma volcánica de la Garrotxa en Les Cols, ahora incorpora el mar del Empordà a su mapa de sabores a través del restaurante Mas de Torrent.