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Héroes

"¡Tiene narices la cosa! A mis 65 años y llorando como un crío. La culpa: el reportaje sobre el hospital de La Paz"

Carta de la semana: Héroes

¡Tiene narices la cosa! A mis 65 años y llorando como un crío. La culpa: el reportaje sobre el hospital de La Paz (El País Semanal, 17-5-2015). Me ha emocionado. Sé de sobra lo que es un hospital. He tenido que acudir dos veces para ser tratado y curado de un linfoma. La segunda, con trasplante de médula incluido. Y siempre en un hospital público. Al leer el reportaje he recordado mis estancias en el General de Alicante, otro gigante de la sanidad pública. Estancias que, afortunadamente, acabaron con mi cuerpo y mi espíritu plenos de ganas de seguir viviendo. Cuando eres tratado con esa honestidad y esa profesionalidad de los hombres y mujeres que trabajan en los hospitales públicos, no puedes dejar de lamentar el empeño de quienes maniobran para privatizar su gestión y convertirlos en simples objetos de negocio.

Joaquín Cos Delgado. Torrevieja (Alicante)

Acerca del inglés

Sé que no se puede pedir en una columna como la que escribe Javier Marías algún fundamento de lo que en ella se vierte basado en datos. Es una lástima. Por ejemplo, no estaría de más saber cuántos alumnos que han sufrido la educación bilingüe pasan las pruebas estandarizadas de nivel de inglés con reconocimiento internacional, comparando el dato con el porcentaje de alumnos que las pasan en la educación no bilingüe. En mi entorno, la diferencia entre una y otra cifra es abismal. Aparte de provocar alguna complicidad en ciertos lectores, con las referencias a los profesores de provincias, la única razón de la columna de Javier Marías parece ser dejar claro que él sí sabe algunos rudimentos de la fonética del inglés. Cualquier alumno de la enseñanza pública bilingüe le diría que no es para tanto.

Pedro Nevado Raja. Correo electrónico

Enseñanzas

En cuanto al artículo de Javier Marías del pasado 17 de mayo (Ni bilingüe ni enseñanza), desearía hacer algunas puntualizaciones. Me imagino que sus comentarios se refieren al “sucedáneo” de bilingüismo que implantó Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid, luego copiado en muchas comunidades autónomas.

Lo que Marías no sabe es que hay otro Programa de Bilingüismo implantado en España hace más de 20 años en algunos colegios públicos de enseñanza primaria gracias a un convenio firmado en su día entre el Ministerio de Educación y el British Council que funciona bastante bien, con profesores tanto españoles como nativos. Hay una evaluación externa que se puede consultar en las páginas web de dichos organismos. De todas formas, invito a Marías a comprobarlo visitando nuestro centro, el colegio público Tello Téllez, en Palencia.

Santos Gómez García. Palencia

Gracias por atreverse

Gracias a Javier Marías por escribir lo que muchos docentes pensamos sobre la mal llamada enseñanza bilingüe y a la que políticos de todos los signos rinden pleitesía. El emperador bilingüe va en cueros y por fin “el niño” Marías se ha atrevido a decirlo.

María Jesús Rojas. Madrid

Mejor no generalizar

Disiento totalmente del artículo de Javier Marías sobre el bilingüismo. Soy interino y maestro de inglés y estoy este año en un colegio bilingüe en Teruel. El nivel de conocimiento y vocabulario de los alumnos es brutal (comparado con cualquier otro no bilingüe en donde he estado antes); no hace falta ser nativo para enseñar un idioma; lo que hace falta es preparación, buena pronunciación y por supuesto un continuo autorre­ciclaje y puesta al día. Yo mismo soy un profesor de inglés que, aparte de la carrera de Magisterio, más unos años en Filología Inglesa, más otros tantos para lograr un B2 de escuela de idiomas y unos nueve meses en Irlanda como auxiliar de conversación, llevo años esforzándome por acercarme en lo máximo posible a la pronunciación nativa. No digo que no haya gente con mala preparación y mala pronunciación en nuestros colegios, tanto bilingües como no bilingües, pero de ahí a decir que todo esto es mayoría…

José Luis RodrÍguez Gómez. Correo electrónico

Profesores e idiomas

Soy profesora de educación secundaria y no me declaro ferviente defensora del programa de enseñanza bilingüe implantado en mi comunidad. Pero aun estando de acuerdo con la intención y el fondo del artículo de Javier Marías del pasado 17 de mayo, me ha desagradado profundamente en la forma, ya que generaliza de forma despectiva e injusta sobre el profesorado que imparte estas materias y además lo hace desde el desconocimiento, según ha oído o le cuentan. Yo le puedo dar muchos ejemplos de compañeros que sacrifican tiempo de ocio y de estar en sus familias para formarse y que dedican bastantes horas a preparar esas clases.

Mercedes Andaluz. Tomelloso (Ciudad Real)

Sentirse despreciado

Me preocupa Javier Marías, y cómo no ya un renombrado escritor miembro de la Real Academia Española, sino cualquier licenciado en Filología Inglesa, puede producir un artículo como el que se publicó en El País Semanal el pasado 17 de mayo titulado Ni bilingüe ni enseñanza.

Una sucesión de comentarios inconexos entre los que destaca una crítica gratuita a un modelo de enseñanza que se aplica en las mejores escuelas del mundo, y que está permitiendo a cientos de miles de jóvenes el acceso a un aprendizaje hace poco reservado a algunas élites.

La crítica furibunda del señor Marías a la “enseñanza bilingüe”, en la que tacha de “paletos” a sus responsables, es un insulto a las decenas de miles de profesores, muchos licenciados en Filología Inglesa –por cierto, como él–, que durante años han dedicado su trabajo y su esfuerzo a ofrecer la mejor educación posible a sus alumnos. Es también un desprecio a los cientos de miles de padres que desean esa educación para sus hijos, tanto a los que la pagan en centros privados como a los que se benefician de ella en centros públicos.

Xavier Gisbert da Cruz. Correo electrónico

Logro en la escuela pública

Como lectora de El País Semanal, seguidora del articulista y escritor Javier Marías, y como profesora de un instituto público bilingüe de Madrid, le doy mi opinión sobre su artículo Ni bilingüe ni enseñanza. Señor Marías, no tiene usted ni idea. Seguro que su inglés de Oxford le permitiría hablar con la reina al mismo nivel, cosa que dudo puedan hacer mis amigos ingleses de York que pronuncian determinados vocablos tipo must o pub tal cual se escriben.

Muchos profesores que trabajan en institutos bilingües y que han nacido en “la piel de toro” se han dejado la ídem, amén de dinero y tiempo en el que deberían estar descansando, en conseguir un conocimiento de inglés digno para dar la posibilidad a sus alumnos de competir en este mundo global y plurilingüe. Gracias a ellos, muchos chicos de la pública se codean, al mismo nivel y sin complejos, con iguales de todo el mundo. Debería usted ver cómo se manejan en competiciones como Global Classrooms, simulación de la ONU, torneos de debate y oratoria o simplemente en presentaciones escolares. Y todo esto que le cuento, en la lengua de Wilde o Harper Lee. Eso sí, notaría usted variados acentos: británico, estadounidense de Oklahoma, Kentucky o California y de nuestra amada y sufrida península Ibérica, of course. ¿Merece esto su injusta crítica? Algunos de nuestros chicos de 15, 16 y 17 años van camino de conseguir un nivel C1 según el Marco Europeo de Referencia de las Lenguas. En la enseñanza pública. ¿Cuándo ha visto usted esto en España? Trate de hablar con algunos de ellos de política, ciencias, historia o literatura anglosajona, en inglés o en castellano. Quizá se sorprendería y se daría cuenta de que les debe, nos debe, una disculpa pública.

Tonia Hervada. Correo electrónico

¿Es justo?

En cuanto al artículo de Almudena Grandes del pasado 17 de mayo dedicado a Luis García Montero, la autora indica que ha pensado muchas veces si es justo, honesto publicarlo. Pero lo hizo… Es decir, lo hizo su periódico (no creo que el autor decida publicar algo, supongo que habrá alguna criba… En este caso, la considero necesaria) y a mí no me parece honesto. Creo que Luis García Montero es su marido, candidato de Izquierda Unida a la Asamblea de Madrid. Ya le habían entrevistado en EL PAÍS, en el espacio dedicado a la campaña electoral. Es una buenísima escritora, pero siendo su marido, no debería haber actuado así o el periódico no debería haberlo publicado.

Estrella Pérez. Correo electrónico

Declaración de amor

Defendiendo al fuerte es una declaración de amor a una persona con la que Almudena Grandes comparte vida desde hace muchos años. Soy una lectora insaciable, pero no conocía a Luis García Montero hasta que lo vi en televisión apoyando a Izquierda Unida. Me pareció que no era un político, sino un ser humano sensible y culto. Y sí, Almudena, has hecho muy bien escribiendo este artículo no solo por la lucha, sino porque son muy hermosos los valores de que hablas.

Nieves Guillem. Barcelona

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