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El “ofensivo” desnudo de Cara Delevingne

El anuncio de la modelo se quedará en el londinense barrio de Brick Lane a pesar de las protestas de un sector del vecindario que lo considera “ofensivo” y “degradante” para las mujeres

Cara Delevingne, en el anuncio de Tom Ford.
Cara Delevingne, en el anuncio de Tom Ford.Tom Ford

Transitar por Londres y no toparse en algún momento con una imagen de Cara Delevingne, la modelo británica más favorecida por las marcas de la moda y el lujo, resulta literalmente imposible incluso en un rincón de la ciudad que la ha declarado sin éxito persona non grata. El enorme panel desde el que su físico desnudo anuncia un perfume en el barrio de Brick Lane, con una fuerte comunidad musulmana, seguirá en su sitio después de que el organismo autorregulador de la industria publicitaria desestimara ayer las protestas de un sector del vecindario que lo considera “ofensivo” y “degradante” para las mujeres.

El anuncio de la discordia muestra a Delevingne, de 22 años, tendida de lado sobre un lecho de agua, y estratégicamente encarada para que se vea poco de sus senos, aunque el trasero sí queda expuesto. La Autoridad de Estándares de la Publicidad (ASA, en sus siglas en inglés) considera que la pose es “sensual y sexualmente sugestiva”, pero no “explícita” ni “susceptible de ofender a una mayoría” de ciudadanos. Con ello da la razón a la firma Tom Ford que fichó a la modelo para patrocinar una de sus fragancias con una imagen que defiende como “encarnación de la moderna versión de la clásica femineidad y que ha sido representada por el arte a lo largo de los años”.

La ASA rechaza con su dictamen las demandas de retirada del cartel de Hanbury Street de algunos residentes que lo consideran “inapropiado” para los menores y potencialmente ofensivo para quienes frecuentan los lugares de culto –mezquitas e iglesias- de esta zona del este de la capital, que cuenta con una nutrida población de origen bengalí. El organismo matiza que no habría considerado aceptable el anuncio de haber estar localizado a menos de cien metros de un colegio, pero sus directrices no juzgan el despliegue publicitario cerca de centros religiosos. Aun así, subraya que la imagen de Cara luce en una arteria “bulliciosa, diversa y popular” de Londres, más frecuentada por jóvenes profesionales que por familias, y sin ninguna mezquita o iglesia a la vista más próxima.

El anuncio del perfume de Tom Ford lleva ya tiempo apareciendo en diarios, revistas, pasquines de las paradas de autobús o carteles que cubren los andamios de edificios en obras sin levantar una queja sobre su potencial ofensivo o sesgo sexista. La amplia cobertura mediática de la polémica desatada en Brick Lane –y que obedece principalmente a la fama de su protagonista, una modelo londinense en alza que empieza a hacer sus pinitos en el cine- ha conseguido que incluso quienes no habían reparado en el cartel durante su ajetreado tránsito por Brick Lane probablemente lo hagan a partir de ahora.

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