Bruce Willis se sube a las tablas de Broadway

Los escenarios de Broadway cuentan con una nueva estrella de Hollywood. El próximo otoño, Bruce Willis debutará en la escena teatral neoyorquina con la adaptación de la novela de Stephen King Misery. El actor se convierte así en el último de una larga lista de intérpretes (Antonio Banderas incluido) que han querido demostrar su talento ante un exigente público en directo.

Willis, de 59 años, dará vida al exitoso escritor de novela romántica Paul Sheldon, quien, tras un accidente de coche, es rescatado por su fan número uno, Annie Wikes, interpretada por Elizabeth Marvel (House of Cards). La adaptación corre a cargo de William Goldman (ganador de dos Oscar por Todos los hombres del presidente y Dos hombres y un destino), autor también del guion de Misery para la versión cinematográfica de 1990, película con la que el mundo entero temió a Kathy Bates en el papel de la psicótica admiradora.

El actor que convirtió las escenas de acción y el salir airoso de explosiones en una carrera de éxito en la meca del cine, reconocía ya en 2013 por el estreno de Red 2 estar algo cansado de cierto tipo de acción y de ser siempre el héroe. “No es mi parte favorita, prefiero la comedia, ser divertido, contar chistes, hacer reír a actores y con suerte a la audiencia”, decía entonces. Aunque con Misery despertará pocas risas entre la platea, ese sentimiento parece seguir existiendo con fuerza, lo que explica ahora que Willis haya decidido dar el salto a Broadway buscando nuevos retos y un mayor reconocimiento como intérprete.

Para él, además, esta obra significa una vuelta a sus orígenes. Como tantos otros, antes de hacer carrera en Hollywood —en su caso, primero en la televisión, con Luz de luna— y convertirse en un héroe de acción, Bruce Willis se formó en el teatro y consiguió sus primeros papeles sobre las tablas. Pero no las pisaba desde 1984, cuando sustituyó a Ed Harris en la obra de Sam Shepard, Fool for love. Sin embargo, aquellas eran obras del off-Broadway; Misery será su debut en el gran circuito teatral de Nueva York, que sigue aprovechando el tirón de las estrellas de Hollywood para vender entradas.

Quien formara hace un tiempo uno de los matrimonios más envidiados de Hollywood con Demi Moore se suma así a una larga lista de actores de primera línea que buscan en Broadway el reconocimiento y el prestigio entre compañeros, crítica y público. Una práctica cada vez más habitual. Esta temporada, por ejemplo, Emma Stone debutaba como Sally Bowles en Cabaret, sustituyendo a otra actriz de Hollywood, Michelle Williams (Brokeback Mountain). Stone, a su vez, acaba de ser relevada por la británica Sienna Miller, quien ya había pisado los escenarios de Broadway en 2009, pero que vuelve en un momento perfecto en su carrera, en pleno auge por el éxito de El francotirador.

Precisamente, su compañero de reparto en la película de Clint Eastwood, Bradley Cooper, cumplía un sueño transformándose en El hombre elefante en la última adaptación en Broadway de la obra. Trabajo por el que recibió buenas críticas y llenó sesiones. Estos días también se puede ver a otra joven actriz británica, Carey Mulligan (El gran Gatsby), en el teatro neoyorquino con la obra Skylight, acompañada de Bill Nighy. Y Jake Gyllenhaal, decidido a ser un actor serio e intenso, protagoniza Constellations junto a Ruth Wilson, famosa por su papel en la serie que ganó por sorpresa el Globo de Oro este año, The Affair.

Las últimas temporadas en Broadway han estado especialmente llenas de estrellas de Hollywood; no sólo de jóvenes actores guiando su carrera por el buen camino, como hicieron Scarlett Johansson o Daniel Radcliffe; sino también de veteranos que, como Bruce Willis, buscan nuevos desafíos, nuevas direcciones y despojarse de encasillamientos. Así lo hizo Bryan Cranston el año pasado tras acabar Breaking Bad; y Tom Hanks en 2013 estrenando por fin, y como homenaje póstumo, Lucky Guy, la obra de su amiga Nora Ephron, cuyos guiones le convirtieron en una estrella en Hollywood.