Marta Ferrusola, esquiadora
Las comparecencias de la familia Pujol han sido, como se esperaba, una burla completa: no contestaron o se fueron por la tangente o directamente se rieron de las preguntas. El caso de Marta Ferrusola es paradigmático: sobre su herencia respondió que “no le puedo decir nada porque mi memoria es muy pequeña”; sobre la elevada facturación de su famosa empresa de plantas que “de los números no me ocupo” y sobre sus viajes a Andorra que eran pocas veces y “solo para esquiar”.
Según otros testimonios, Ferrusola iba muy a menudo a Andorra, también en verano, y aquí se hubiera podido demostrar fácilmente su burla a la Comisión. Pero resulta que el Gobierno de Mas ha informado de que “ya no existe el archivo” de los movimientos de Ferrusola y sus escoltas. Qué mala suerte. Se habrá “fundido” como la nieve bajo los esquíes de doña Marta.— Rosa Álvarez.
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